La foto que repasamos hoy es de esas que te obliga a mirarla un par de veces mientras entornas los ojos con cara de extrañeza. Os aseguro que hasta que no la observé con detenimiento, jamás supe que por el Paseo del Prado circulasen los tranvías, adueñándose de buena parte del suelo de esta artería de Madrid. Menos mal que estas imágenes nos rescatan a muchos de la ignorancia, aportándonos unas pruebas irrebatibles sobre la existencia de otro Madrid distinto al que creemos conocer.
Los primeros tranvías se dejaron ver por las calles de la Villa en el año 1871, aunque aquellos eran de tracción animal, es decir, tirados por mulas y caballos. La red del tranvía fue extendiendo sus tentáculos y ampliando sus zonas de influencia a la par que modernizaron su flota. Primero estuvieron los coches de vapor y ya, por último, los eléctricos, hasta su extinción definitiva en el 1972.
Cuando leí el pie que acompañaba la foto "Paseo del Prado" lo primero que pensé fue que se trataba de un error. Pero ahí estaba, en segundo término, la Estación de Atocha, para sacarme de dudas y dejarme en evidencia, una vez más. La foto corresponde al año 1949. Observamos en ella un tráfico apagado en cuanto a coches y unas vías que ocupaban buena parte del espacio central de este sublime paseo.
La foto no resulta especialmente bella ni tiene la fuerza evocadora de otras miradas grisáceas de Madrid, sin embargo, es capaz de sorprendernos y de hacernos caer en la cuenta de que, por mucho que paseemos esta urbe por sus senderos actuales, siempre habrá aspectos de su pasado que se nos escapen. Y entonces tocará recurrir a estos valiosímos documentos para rescatar nuestros más fieles orígenes.