Cuando en 2004 Lituania entró en la Unión Europea se comprometió a que en un período de 10 años permitiría la venta de tierras a extranjeros en armonía con los principios del mercado único europeo. 10 años después, pese a la oposición de los principales partidos políticos lituanos, algunos partidos minoritarios y otras organizaciones han recogido las firmas necesarias (300.000, un 13% del total de la población de Lituania) para celebrar un referéndum para prohibir la venta de tierras a extranjeros.
El principal partido defensor del referéndum es la Unión de Agricultores y Verdes (LVZS, 3,9% de los votos en 2012), argumentando que si se levantase la prohibición las firmas extranjeras controlarían las tierras lituanas, se dejaría las puertas abiertas a las empresas de fracking y los precios del suelo subirían considerablemente. El LVZS está liderado por Ramunas Karbauskis uno de los mayores agricultores del país. Otros partidos que han apoyado la celebración del referéndum han sido los partidos nacionalistas basándose en el tradicional argumentario xenófobo. En contra se han posicionado los socialdemócratas (LSDP 18,4% en 2012), en el gobierno, y el principal partido de la oposición, el conservador Unión de la Patria – Democristianos Lituanos (TS-LKD, 15,1%), además de la presidenta Dalia Grybauskaité. En el referéndum también se votaba si se bajaba el mínimo de firmas ciudadanas para celebrar un referéndum de 300 mil a 100 mil.
A pesar de que un 73% (269.049 votos) votó a favor de la prohibición en el referéndum celebrado el 29 de junio no se consideró válido al no alcanzar el 50% de participación requerido. Sólo participó un 15% del censo electoral. Al contrario que en esta ocasión, en 1996 la mayoría votó a favor de permitir la venta de tierras a extranjeros pero tampoco se alcanzó el 50% de participación.