Revista Opinión

Fracking en México

Publicado el 10 junio 2019 por Carlosgu82

Como es bien sabido, los hidrocarburos son compuestos orgánicos derivados del carbono, se encuentran en la tierra de manera natural y si se los encuentra en estado líquido se habla de petróleo, mientras que en su estado gaseoso se hace referencia al gas natural. En México, la industria petrolera es de suma importancia, representando (solamente para 2017-18) el 6% del PIB.  PEMEX señala que durante el primer trimestre del 2019 se han producido 1,912 miles de barriles de petróleo  y  4,796  millones de pies cúbicos de gas natural por día, dejando expectativas de crecimiento para esta industria.

A lo que verdaderamente busco referirme en este artículo no solamente tiene que ver con estas cifras, sino a la manera en la que son obtenidas.

Las diferentes técnicas de extracción que existen son empleadas dependiendo la empresa (ya que ahora no solamente es PEMEX), región, situación o hidrocarburo que se deseé conseguir, sin embargo, existe una en especial cuyas repercusiones considero mucho más alarmantes: el fracking.

El fracking hace referencia a la técnica de fracturación hidráulica, para que se pueda llevar a cabo en necesario partir de la perforación un pozo de manera vertical hasta alcanzar el punto en el que se encuentre el gas o petróleo (generalmente son de mil a cinco mil metros). El siguiente paso que se sigue, es realizar perforaciones horizontales que se extienden  varios kilómetros en diferentes direcciones. A través de estos pozos se comienza a fracturar la roca del subsuelo con la inyección de una mezcla de agua, arena y demás sustancias químicas a elevada presión, gracias a la cual se fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros rocosos. Esta salida y flujo de hidrocarburos es relativamente corta, por lo tanto, es necesario perforar nuevos pozos para mantener la producción, ocupando vastas extensiones de territorio.

Para comprender los efectos nocivos de esta técnica señalaré los aspectos de manera muy puntual:

  • Fracturación de 1 pozo = 9 – 29 millones de litros de agua.
  • 750 tipos diferentes de productos químicos en los fluidos de fracturación analizados. Sustancias de alta toxicidad.
  • El agua de desecho/retorno contiene metales radioactivos y pesados. Agua se vuelve inutilizable.
  • 25% de sustancias utilizadas causan cáncer y mutaciones, 37% afecta el sistema endocrino, 40% provoca alergias, 50% daña el sistema nervioso.
  • Población que habita cerca tiene 66% de probabilidad de padecer cáncer.
  • Pozos letrina para deshacerse del agua contaminada, estas aguas desestabilizan fallas geológicas y provocan sismos superiores a 3 grados – epicentros coinciden con la localización de los pozos de inyección.

Después de conocer estos datos se pensaría que la práctica del fracking debería ser altamente penalizada, sin embargo, no es así. Durante la campaña electoral de López Obrador se dijo que en nuestro país no podría utilizarse un método así y a pesar de llevar meses en el poder, el fracking sigue presente. El primer lugar de la lista es el estado de Coahuila, seguido por los estados de Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Nuevo León, Chiapas y Tabasco. El total de pozos petroleros del país es de 32,464, de esta cifra uno de cada cuatro ha sido perforado hidráulicamente.

La situación no sería tan alarmante si se supiera que se toma acción en el congreso para detener el fracking. En lugar de eso, hay noticias de que se comienzan nuevas licitaciones en nueve áreas del norte del país para poder realizar la extracción (de manera hidráulica) de estos recursos no renovables que hemos descrito.

La importancia de detener y pelear por la prohibición de la perforación hidráulica va más allá de los posibles sismos y fallas geológicas que puedan generarse. Es vital para evitar el desperdicio y contaminación de millones de litros de agua, la enfermedad (y posible muerte) de miles de personas y la conservación de poblaciones tanto humanas como animales y vegetales. Las energías verdes están tomando fuerza en otras partes del mundo, dejemos que México se introduzca en ese panorama y abandone las prácticas peligrosas que, al final de cuenta, dependen de recursos finitos no renovables.


Volver a la Portada de Logo Paperblog