Revista Salud y Bienestar

Fractura de cadera

Por Sramosa @sramosa

fractura de cadera

La fractura de cadera es una causa frecuente de fractura en ancianos. El Dr. Manuel Malillos Torán, traumatólogo, analiza esta patología en este artículo.

La fractura de cadera se define como aquella fractura que asienta en la región de la cadera. Se distinguen dos tipos de fracturas: fracturas subcapitales o intracapsulares frente a las fracturas pertrocantéreas o extracapsulares.

En el 90% de los casos de fractura de cadera se producen en el contexto de un traumatismo de baja energía, en ancianos, relacionadas con la osteoporosis y sólo en un 10% se debe a un traumatismo de alta energía en gente más joven.

La fractura de cadera supone el 30% de las hospitalizaciones por fractura. Son tres veces más frecuente en el sexo femenino y en el 90% de los casos afecta a mujeres mayores de 70 años.

Se trata de un problema sociosanitario de primer nivel que consume muchos recursos económicos, sanitarios y sociales. El resultado funcional muchas veces es discapacitante precisando de ayuda de terceras personas, al menos de forma temporal y en ocasiones de forma permantente. Los pacientes de fractura de cadera son, en su mayoría, ancianos con osteoporosis y con enfermedades crónicas asociadas que se agravan con la fractura de cadera justificando que entre un 15-30% de los pacientes fallezcan en el primer año.

Diagnóstico y tratamiento de fractura de cadera

El diagnóstico suele ser clínico (dolor intenso en la región de la cadera, impotencia funcional, imposibilidad para ponerse de pie, rotación de la extremidad hacia fuera en un anciano que ha sufrido una caída al suelo desde su propia altura) que se confirma en el hospital con la realización de las radiografías pertinentes.

El tratamiento hospitalario debe ser multidisciplinar: de la propia fractura y de las enfermedades concomitantes (hipertensión, diabetes mellitus, demencia, insuficiencia cardiaca, etc.).

El tratamiento traumatológico de la fractura de cadera suele ser en la mayoría de los casos quirúrgico y solamente se reserva el tratamiento conservador para aquellos pacientes muy delicados que no van a mejorar con el tratamiento quirúrgico. De forma genérica, en las fracturas subcapitales el tratamiento quirúrgico suele consistir en implantar una prótesis de cadera y en las fracturas pertrocantéreas un clavo endomedular.

En resumen, la fractura de cadera es un problema que debemos enfocarlo de forma multidisciplinar (social y sanitario), no sólo limitándonos al tratamiento de la fractura en sí, sino también en la prevención de las mismas. En este sentido, es muy importante prevenir las causas de las mismas: la osteoporosis y las caídas.

La osteoporosis, que afecta a los huesos, se caracteriza por una alteración de la resistencia ósea, que predispone a la persona a un mayor riesgo de fracturas. La osteoporosis puede provocar las denominadas fracturas por fragilidad (habitualmente fracturas vertebrales, de muñeca, de húmero proximal y de cadera). Las fracturas por fragilidad ósea se pueden deber a una caída, tanto en altura o sin ella, aunque puede ser en ausencia de traumatismo.


Volver a la Portada de Logo Paperblog