Revista Opinión
Es evidente que la participación de las elecciones en la C.C.A.A de Cataluña ha sido muy alta. Conseguir más de un 77% de participación, eso no se conseguía desde Adolfo Suárez.
Con más datos y más serenidad, pasados tres días de dichos comicios, vemos que 4 de cada 10 catalanes votaron a la coalición Junts pel Sí. Tres de cada diez lo hicieron al PSC y C's el otros 3 de cada 10 votaron a Cat sí que es Pot, PP, CUP y Unió.
Hay algunas palabras que han estado en boca de los políticos mitineros, como por ejemplo independentista,plebiscito, nacionalista, derecho a decidir y unidad.
Precisamente el derecho a decidir, cuando se niega, como lo ha hecho el actual Gobierno de España, evidencia que se está negando a decidir por todo lo que significa democracia, que es lo mismo decir que se está negando a decidir el modelo que queremos darnos, tanto político económico y social.
No se puede olvidar que el primer artículo de nuestra Constitución dice que "propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político"
En fin una declaración que se ha denostado en los últimos tiempos. Se veía venir que a Mas se le iba a imputar por hacer aquel referéndum que se atrevió a celebrar y que cortó tajantemente el Tribunal Constitucional.
Unos pueden estar a favor de la independencia y otros lo contrario, pero no olvidemos que unos y otros han azuzado algo que a mi me pone de los nervios y no es otra cosa que la cerrazón tanto de un lado como del otro.
Queda claro que hoy día existen dos cataluñas. En toda convivencia dos no se pelean si uno no quiere. Hay que darse unas normas que tienen que surgir sin ninguna duda por apostar por el diálogo. Tiene que haber posiciones por ambas partes. Sin diálogo no hay posibilidad de llegar va encuentros comunes en beneficio de todos y que servirán para poder convivir sin odio.
Está claro que ha ganado la opción independentista con el 49,7% de votos. La Ley D'Hont ha hecho posible que los soberanistas alcancen 72 escaños, pero no han obtenido más votos que los constitucionalistas.
Así es que Mas tiene un problema y bastante peliagudo para seguir con su proceso de independencia.
Cataluña se ha partido en dos y esa fractura hay que poner unas normas para que no se partan definitivamente. Que yo sepa una fractura es una rotura de hueso, pero en este caso existen muchas fracturas internas de los partidos, tanto de un lado como de otro.
Tienen que demostrar que los verdaderos políticos sirvan o deben servir para mejorar la vida de los ciudadanos a los que gobiernan. Pero si se empeñan en esa fractura, pueden llegar a transformarse en fragmentos menudos.
Espabilen señores políticos, que la elecciones generales están a un paso y ya hemos tenido unos años con muchas fracturas.