Fracturas que pasan factura

Las fisuras óseas son difícilmente diagnosticables. Cuando acudes al médico y éste te dice “no pasa nada, no te has hecho más que una torcedura”, puede que se esté dejando algo. No todas las fracturas óseas pueden detectarse inmediatamente.

En realidad, las pequeñas roturas acostumbran a pasar inadvertidas y pueden llegar a tardar dos semenas hasta ser visibles mediante rayos-x. Para entonces, normalmente, necesitarás entablillarte, volver a fracturar o ser operado para que cure adecuadamente.

Si sufres dolor o hinchazón, entre 10 y 14 días después de haberte lesionado, pídele a tu médico que te someta a un escáner óseo, una prueba mucho más precisa. Un examen que determina la mineralización de los huesos y detecta hueso anormal en el tejido.

Te contamos los casos de fracturas mal diagnosticadas que son más comunes.

Extremidades superiores

Codo

La parte externa del codo se llama cabeza radial. Acostumbra a romperse cuando caemos sobre un lado del cuerpo.

Muñeca

Se produce cuando caes con las manos por delante. Se trata de una fractura muy común entre quienes hacen deportes con patines. La rotura queda escondida en un huesecito, allí donde se unen la mano y la muñeca.

Nudillo

Una lesión típica de los boxeadores que sucede cuando golpeamos una superficie dura. Suele tomar forma en el dedo meñique.

Extremidades inferiores

Talón

Uno de los inconvenientes de caer de pie cuando saltas o te lanzas de una altura considerable.

Punta del pie

Se produce entre el dedo gordo del pie y el siguiente. Fractura que tiene lugar si te tuerces un pie que tienes fijo en el pedal de una bicicleta o en la bota de esquí, por ejemplo.

Dedo pequeño del pie

Ocurre muy a menudo cuando dejas caer una mancuerna o un disco en el dedo. Muy dolorosa.

Para terminar, hablando de radiografías con un toque de humor. He aquí los huesos que nos encontraríamos si radiografiáramos a la famosa rana Gustavo (René en Hispanoamérica). Desde luego, presenta un sistema óseo de lo más particular.