Por Paúl Puma
(Tomado del blog del autor, Mickey Mouse a gogo, junio de 2009)
Afiche de la obra teatral, “Mickey Mouse a gogo”, representado en junio de 2009 en Quito; la actuación es de Judith Salas. (http://mickeymouseagogo.blogspot.com/)
Personaje
MIC-A-EL-@-W-X-1 Mujer. Tiene el cabello recogido en dos moños y un código de barras brillante en la frente. Los párpados totalmente negros.
Arquetipo de personaje
Mic-a-el. Hombre, similar a MIC-A-EL-@-W-X-1 .
Escenario
Basurero tecnológico subterráneo.
Utilería
Silla giratoria: la excavadora.
Una copa transparente.
Un corazón ensangrentado.
Vestuario
Un collar de aluminio con tres tornillos salientes. Vestido futurista plateado, andrajoso, consta de corsé y falda de varillas.
Música
Variaciones en violín.
Oscuridad. Luz cenital sobre MIC-A-EL-@-W-X-1 montada en la excavadora. Termina de girar sobre ella. Mira hacia arriba con los brazos caídos. Música. Sufre espasmos. Las dos manos recogidas en la cabeza dejan ver el rostro turbado, cerrado abajo por la juntura de los codos, que siempre mira al espectador fijamente y con pánico. Mientras termina la música dice algo inaudible.
MIC-A-EL-@-W-X-1
(Grita.) D. N. A. (Decae lentamente.) Mira en lo que ha quedado nuestro paraguas de espantapájaros de circo. (Repara en su vestido.) Este misterioso método de varillas metálicas…, ahora sólo sirve para medir falsas estrellas. (Cierra los ojos.) Ag. ¿Qué? Un poco de silicona cruda. Seguro, tanta miseria. Sí. No. Ay. Mal, vámonos de aquí, salgamos de este infierno antes que sea demasiado tarde. (Con una voz que no es suya.) Nunca es demasiado tarde. (Abre los ojos. Levanta exageradamente con sus dedos los extremos de su labio superior. Con su voz, susurra.) Haz la boca como si tuvieras unas cuchillas dentro de tus labios. ¿Lo entiendes? Es posible que todavía te reste un poco de saliva en la lengua. Semi abierto el orificio de tu rostro como una herida, el plasma querrá salir-entrar, salir-entrar, lo fingirá. (Pausa.) No es necesario enfurecerse con el aire, sólo intenta soplar y retraer pensando que eres el pitín por donde chilla tu sistema biológico de goma…, como el mal soplido de una locomotora de juguete a media pila. (Pausa.) A los pocos segundos empezará a salir el líquido vital que te repone el alma y un sonido gutural espeso, lleno de esa porquería a la que no quieres nombrar, pero que clamas, como la gota de sangre desgraciada y arbitraria que eres. (Ríe con dificultad.) Cualidad espasmódica de un dromedario y marsupial roedor que no se podría superar ni con un gran actor o un íncubo o un súcubo adquirido de la vibración de un pozo de silencio. M. M. M. Déjate caer. (Llora con dificultad.) Oh déjate caer en su sórdida lágrima blasfema. Déjate temblar en el espasmo de esa gota láctea, glandular, digestiva…, como un grito vencido o una catarata destruida. Roza el suelo. (Planea con sus brazos.) Su misericordia con tu ácido dis-óxido-rribo-nucleico…, tu…, fárrago de sal…, tu fárrago…, tú…, fárrago de sal.
Produce saliva hasta que se transforme en espuma, después la escupe con delicadeza y precisión hacia una región específica en el suelo y la persigue con la mirada y su cuerpo mientras se quita el vestido y se baja de la excavadora para recoger o fingir recoger totalmente el escupitajo con la lengua. Luego, música, mientras se arrastra y gime hacia un extremo del proscenio.
Mic-a-el, los hermanos que tenía se han comido mis piernas. (Pausa.) Tenían hambre y sed. (Pausa.) ¿Cómo podré seguirte ahora amor mío? Todos están así. (Pausa.) Nos estamos pudriendo vivos. (Pausa.) Se han comido las piernas de todos los hermanos que tenía. (Silencio.) Ya no queda alguien que me instale un programa de felicidad, un microchip. Una mancha de silencio en el silencio que quede en la humanidad como el registro histórico de un gesto de piedad o tolerancia. Mic-a-el, he dormido un siglo y necesito despertar de esta pesadilla. (Mira hacia arriba.) Que llueva. Tuvimos ya demasiada agua y no hicimos nada con ella. Que llueva un poquito. (Mira a su alrededor.) La pregunta es cómo podría llover en el infierno. Cómo podría bañarse esta bóveda de tinieblas. Afuera hay un huracán permanente, una lengua de fuego radioactiva. La naturaleza se cansó de que le hagamos tanto daño y se volvió contra nosotros. No podemos habitarla. Nos ha quitado su lámpara líquida. Y ya no soportamos sus desgraciadas huellas. (Mueve los tornillos de su collar. Respira con dificultad.) La riqueza del mundo se ocultó por mucho tiempo bajo las calles, en los ríos naturales o artificiales. En los acueductos que llevaban a los centros de las ciudades, a las fuentes de las plazas donde un día llegamos a bañarnos. Pero dicen que así como los romanos fueron sorprendidos bañándose en las piletas públicas y cayó el Imperio, así también el mundo cayó por ignorancia. Caímos. Hemos escarbado demasiado la tierra ya, esta inmensa ciudad subterránea está hundiéndose de un modo alarmante. Y, no hemos encontrado nada…, de agua. Será porque el autor no llora. No ha querido llorar. ¿Cómo lo haría? Si ya ni siquiera los océanos de aire que ha escrito le sirven como espejos para mirarse la tristeza. Están contaminados. Los experimentos atómicos terminaron con lo poco de agua bebible que teníamos. (Pausa.) Autor, quizás ya te olvidaste de soñar el sueño en que nosotros te soñamos. ¿Esta megalópolis obscura nos verá morir de hambre y sed de justicia? (Pausa.) Estos acueductos están repletos…, de mierda. (Pausa.) Necesitamos una pizca de sangre transparente, un poco de lluvia que nos limpie para salir a mirar las estrellas. Una señal. (Pausa.) Algo. (Silencio.) ¿Por qué has abominado de nosotros? ¿Por qué estamos aquí y no allá? ¿Por qué eres tú y nosotros no somos aquí, ahora? Ni siquiera dos puntos. Física quántica. ¿Fragmentos de otros seres en una obra que utiliza sonido de lluvia como pura ficción? (Sufre un espasmo.) La raíz central no ha podido catalogar la fe o transferir a una unidad vacía la voluntad de convivir. Voluntad. Esa cursilería del pasado tan utópica como el amor. (Quejándose.) ¡Embriones Mamotretos heridos que buscan piedad. (Al público.) Necesito una vacuna inmunológica distinta para la oscuridad. Eliminar de mis archivos esta recesión. (Señala a la excavadora.) Necesito desconectarme de esta oquedad eléctrica confusa y reactivar mis partículas en la luz de la vida. A. M. A. R. (Pausa.) ¿Esta bóveda terrena que me asfixia alumbrará acaso para siempre mis días? (Pausa.) Quiero tener una lectura armónica, un nivel de energía transparente y puro. Quiero dejar de ser un jeroglífico animado, una acotación, un conjunto de puntos suspensivos. Quiero llorar.
Repite la palabra llorar en diversos tonos. Muestra las palmas de sus manos, las mueve como abanicos. Aspira dramáticamente como si su boca fuera una ocarina y luego expira hasta terminar extasiada en la ausencia de oxígeno, lo refleja en su rostro.
Ti.
Se bambolea de un lado al otro y produce tres melodías con las plantas de los pies. Deja que una de sus manos camine por sobre su cabeza hasta envolverla y recogerse, finalmente, en la quijada.
F.
Se toma la otra mano que tiembla ferozmente. Retrocede hasta un muro, zapatea rápida, suavemente, aplaude una sola vez hacia arriba. Estática.
M.
Recoge una copa transparente, la voltea con lentitud en el aire, apunta su lengua hacia el receptáculo vacío. Se lamenta. Luego camina alrededor de la excavadora. A veces se detiene.
Ping…, g…, g…, g… Pong. Ping. Pong…, g…, g…, g… Silencio. ¡Silencio! Shhhht. (Pausa.) ¿Qué hora es Mic-a-el? “El mundo está cegado de ambición…, y llueve.” (Pausa.) Ya sólo somos una imagen poética. Ya sólo soy una imagen poética. Es el vértigo del mundo desde que tengo idea del autor, del mouse de este escenario virtual. Ordenador que anima un dibujo en la memoria del futuro. Mickey Mouse a gogo: el ocaso de la cibernética aplicada a la última escala de la especie humana, el homus tecnologhycus que cumple con la pesadilla que un día iluminó los ojos del mundo. El gen de la inmoralidad, de la inmortalidad humana en un invento atroz. El aparato de la muerte cíclica. (Pausa.) Nosotros, su más abrumador experimento. Anotaciones del holocausto de los hombres. Percepción del animal de un escritor. Peces teleósteos de cabeza voluminosa con los ojos dirigidos hacia arriba y la mandíbula inferior prominente. Ratas de alcantarilla fabricando estados del espíritu, gestos, juegos artificiales, realidad virtual en los viaductos resecos de una ciudad, de un universo subterráneo, para revolucionar su propia tragedia. Uf. El teatro impuro. Un retrato de lo que ya no es. Ah, la estética de la miseria. Vanidad, pura vanidad abatida. (Pausa.) La carne que crea a su espejo y luego es desplazada por él. (Pausa.) Un dramaturgo tan borracho de ambición que no repara en que anida todavía su insípido alter deus con un experimento de laboratorio. Y nuestra lengua retraída para siempre en el papel de animales hambrientos y llenos de espejismos que no saben hacer otra cosa que escribir su obra. ¿Vendrá a verla? ¿Vendrá a vernos? ¿A sacarnos de aquí? Paupérrimo demiurgo de cuerpos que no existen, que sólo son una pésima imitación de su grito, un ápice de su ser. Élitros de muerte que piden vivir. Dejar de ser su Pin up W 9 Mickey Mouse a gogo su Mickey Mouse á gogo su Mickey Mouse a secas. Un título ridículo, un anzuelo publicitario, un pretexto a la posibilidad del desastre de la humanidad en las manos de alguien que sabe que si desaparecemos, también desaparecerá y escribe sus mapas astronómicos en alguna buhardilla olvidada sobre la tierra en otro tiempo y otro espacio. (Cae totalmente y luego se levanta.) Mic-a-el. (Pausa.) Cuando cierro los ojos veo un océano de sangre. En mí no hay complacencia hasta que nos liberemos del escenario de este cuerpo, de este teatro glandular. Caigo de bruces en las letras de tu nombre. Ni siquiera sé llorar. No nos enseñó todavía. Arruina mis palabras y mis actos. Ha olvidado incorporar en mi historia el universo de la risa. (Pausa.) Mic-a-el. ¿Nuestras fauces morderán para siempre el futuro del olvido? Nuestra memoria será magnífica, como un conjunto de alondras que se dedicarán a llorar a gusto porque recordarán que somos la huella miserable de un universo con hambre y sed. (Cae totalmente y luego se levanta.) D. N. A. Vámonos. ¿Quieres? La lluvia limpie este pozo de tinieblas para que podamos ir a mirar las estrellas. (Pausa.) Mickey Let´s go. Diamond of my heart. We will change our mind, our food. I don´t believe on the hungry spirit. (Pausa.) Is this the delicious flower of this blood, a few of poem. My foot, my tutor. Vamos, larguémonos, ya no soporto otra noche más aquí, dentro de mí, sin-ti-go-go-go…, go…
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