Germán Yépez Colmenares
La grave situación económica mundial, con una caída progresiva en la producción de Bienes y Servicios (Producto Interno Bruto o PIB) de varios países con importante peso en la economía global, desde comienzos del año 2019, junto con la continúa y desmesurada utilización de instrumentos artificiales de especulación financiera (bastante parecidos a las apuestas de casinos) conocidos como derivados, venía siendo alertada por diversos analistas, intermediarios e inversionistas desde el comienzo de ese año de 2019 a través de diversas publicaciones corporativas y personales. Un enfriamiento de las economías de China, algunos países de Europa, la India, EEUU, Brasil y Argentina, significaba una caída en la demanda de bienes y servicios, afectando las exportaciones e importaciones, el transporte internacional de mercancías, la producción, el empleo y el consumo.
Este complejo escenario económico mundial se agravaba aún más con las sanciones económicas que el Estado/Gobierno de los EEUU, acompañados de sus aliados que integran la Unión Europea (UE) y el saliente Reino Unido o Gran Bretaña (Brexit), han venido aplicando a otros países como China, Rusia, Irán, Turquía, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte y Cuba. La mayoría de estas naciones son importantes exportadores de productos terminados y/o materias primas de gran interés para el funcionamiento efectivo de las economías. También son importadores de productos elaborados en los más diversos países y en particular en los EEUU y Europa. Todas esas actividades restrictivas impulsadas por los EEUU y sus aliados Europeos impactan las economías de los otros países, considerados adversarios y/o enemigos políticos, en los desesperados intentos de estos aliados agrupados militarmente en la Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN) por detener lo que parece inevitable, es decir la conformación de una realidad de Poder Global Multipolar, donde los EEUU y sus aliados de la UE ya no serían las únicas potencias mundiales, sino que deben compartir esa fuerza y ese poder reconocidos con naciones como China y Rusia, mientras emergen otros como La India.
Es importante señalar que en la aplicación de estas medidas económicas agresivas de establecimiento de altos impuestos, bloqueos, prohibiciones de comercio legal, congelamiento de activos, obstáculos para la realización de transacciones económicas internacionales, limitaciones o expulsión de funcionarios diplomáticos y comerciales, también afectan de manera seria las actividades de compra y venta de las empresas públicas y privadas de esos países como EEUU, Europa y las naciones súbditas o subsumidas que atienden de manera diligente esos requerimientos geopolíticos de castigo a otras naciones que no acepten de manera sumisa la imposición de sus directrices y liderazgos. Es decir, que estas acciones agresivas y violatorias del Derecho Internacional y de las reglas/normativas del comercio internacional, también afectan las economías de esos países que actúan como promotores y participantes/acompañantes de las directrices del Gobierno/Estado de los EEUU.
Todo este difícil y dramático escenario mundial/global que ya afectaba la estabilidad económica de varias naciones, se ha visto agravado exponencialmente con la irrupción reconocida públicamente de una enfermedad de origen viral, con alta capacidad de contagio a partir de las minúsculas y abundantes secreciones que salen expulsadas regularmente por nuestra boca y nariz, que además avanza desde las vías respiratorias colonizando y deformando células del sistema respiratorio y otros órganos del cuerpo humano, hasta propiciar el desarrollo expansivo/destructivo de enfermedades oportunistas que ocasionan graves enfermedades y en muchos casos la muerte. Esta peligrosa y desconocida cepa de virus tipo corona, identificado como SARS-CoV-2 o Covid-19, ha sido ubicado, inicialmente, como foco en una población de China conocida como Wuhan, capital de la Provincia de Hubei ubicada en la zona central de la República Popular China. Sin embargo, existen diversas informaciones de organismos de investigación, control y prevención de enfermedades que apuntan hacia orígenes o focos en el espacio y el tiempo más diversos. La propia Organización Mundial de la Salud acaba de recomendar a todos las naciones del mundo, que revisen con especial atención los casos de neumonías ocurridos durante el año 2019. Esta recomendación está orientada a recabar una mayor y más precisa información científica referida al establecimiento más preciso del surgimiento de esta peligrosa y desconocida cepa del Corona Virus en otros países antes o en paralelo con su ubicación en la ciudad China de Wuhan.
La enfermedad viral se expandió rápidamente por todo el mundo y adquirió la característica de una enfermedad pandémica por la amplitud y simultaneidad de territorios y poblaciones afectadas. La agresividad y peligro que ha mostrado esta cepa viral contra la salud y la vida humana, ha sido de tal magnitud, que ha obligado a tomar medidas extremas de aislamiento de las poblaciones y paralización de la mayoría de las actividades laborales y sociales en casi todos los países del mundo. Las actividades económicas de muchas naciones que estaban siendo afectadas por una inicial recesión y una guerra de precios del petróleo entre dos de los principales productores y exportadores, como lo son Arabia Saudita y Rusia, repentinamente nos vimos arrastrados por una especie de terremoto o tsunami que paralizó la mayor parte de las industrias, empresas, comercio, actividades públicas, deportes profesionales, olímpicos y de todo tipo, viajes, actividades educativas, turismo, atención ordinaria de salud, afectando de manera severa los ingresos económicos empresariales, públicos, familiares y personales.
Al paralizarse de esta manera tan repentina y radical las actividades económicas, cayó la demanda de las más diversas materias primas y en particular las generadoras de las energías con las cuales funcionan todas esas actividades paralizadas, suspendidas o con muy escaso funcionamiento actual. El petróleo como principal fuente generadora de energías fósiles que permite (y seguirá permitiéndolo por varias décadas) el funcionamiento de la mayoría de los vehículos terrestres, acuáticos, aéreos, maquinarias pesadas y agropecuarias, así como también plantas generadoras de electricidad de los más variados tamaños y capacidades, en todo el mundo, también se ha visto afectado con una brutal caída de su demanda y en sus diversos precios referenciales. La nación venezolana es poseedora de grandes reservas de petróleos livianos, ligeros, convencionales y mayoritariamente de pesados y extra-pesados. Por ello contamos con grandes e importantes plantas refinadoras como el Complejo Refinador Paraguaná que es el tercero más grande del mundo (Amuay, Cardón y Bajo Grande) en Falcón, El Palito en Carabobo y el Complejo de Jose en Anzoátegui. Contamos con una experiencia/cultura especializada acumulada de más de 100 años de explotación y exportación de petróleo y derivados.
Hoy se trata de cumplir con la responsabilidad constitucional de gobernar y administrar un Estado y una Nación que cuenta con grandes recursos petroleros, gasíferos y petroquímicos requeridos para mantener en funcionamiento toda la sociedad venezolana en medio del inicialmente complicado escenario económico internacional con muy bajos precios del petróleo y otras materias primas. Sin embargo, la mayoría de los análisis y proyecciones económicas mundiales que se vienen realizando desde los más diversos centros de estudio, grupos corporativos, empresas inversionistas, movimientos políticos, asociaciones e individualidades, apuntan hacia una recuperación progresiva de las actividades económicas en la medida en que avancen los programas en cada país para reactivar las actividades económicas y sociales, aún en medio de la pandemia viral. Es aquí y ahora que le corresponde a quienes tienen las más altas e importantes responsabilidades del manejo del Estado y el Gobierno Nacional Venezolano, de cumplir de manera efectiva con el proceso de restructuración de las industrias de petróleo, gas y petroquímica, con la finalidad de ir recuperando la capacidad de refinar nuestro petróleo y producir los combustibles requeridos para el funcionamiento efectivo de toda la variedad de medios de transportes terrestres, acuáticos, aéreos, maquinarias pesadas e industriales, así como las plantas generadoras de electricidad.
La industria petrolera venezolana requiere de un profundo, profesional y responsable proceso de transformación para su recuperación y adecuación a las exigencias de los mercados internacionales y los requerimientos de nuestra economía nacional pública y privada. Es indispensable re-potenciar el Instituto Tecnológico de Investigaciones en Petróleo (INTEVEP), mejorando sus dotaciones tecnológicas, personal de investigación y condiciones de trabajo. Apuntalarlo como un centro especial para la investigación y el aprovechamiento de profesionales postgraduados, buscando desarrollar investigaciones que nos permitan producir diversos aditivos y componentes para la industria del petróleo, gas y petroquímica. Apuntar también hacia el fortalecimiento de las investigaciones aplicadas en los múltiples derivados que se pueden obtener desde el petróleo, como es el caso específico de la denominada Química Fina. Se trata de abastecer el mercado interno de combustibles con precios razonables que permitan cubrir buena parte o todos los costos de su producción, Recuperar progresivamente, con la participación de inversionistas internacionales y nacionales, la producción de petróleo, gas y petroquímica. Orientar la industria petrolera hacia sus actividades específicas fortalecidas bajo la conducción y rectoría indiscutida del Estado Nacional Venezolano por medio de su Ministerio respectivo y las demás instituciones del Estado encargadas de su supervisión y control.
Me parece adecuado y oportuno que el Estado Venezolano evalúe con profesionalismo, responsabilidad gubernamental y estratégica, la posibilidad de conformar una institución de alto nivel técnico y profesional, con muy escasos componentes de burocracia, utilizando tecnologías de punta disponibles en los mercados internacionales y entre países amigos, para desarrollar desde estados como Carabobo, Lara, Falcón y Guárico (por ejemplo), unos grandes laboratorios experimentales de utilización de paneles de energía solar. Con estos instrumentos de captación y acumulación de energía solar se pueden comenzar a utilizar estos proveedores de electricidad para empresas públicas, instituciones y edificaciones públicas, empresas privadas e iniciar construcciones/instalaciones experimentales también con la incorporación de esta energía limpia hacia muchos hogares de estas regiones. Estaríamos iniciando un importante y valioso proceso tecnológico para reducir los grandes esfuerzos y las altas cargas que se requieren para garantizarle energía eléctrica a todo el país, situación que se ha venido agravando en los últimos años, en la medida en que se han construido más de 3 millones de viviendas públicas y estas se han dotado e incorporado instalaciones y electrodomésticos que requieren mayor consumo de servicios de electricidad, telefonía, televisión, internet y también de agua, la cual también requiere la energía eléctrica para su distribución y adecuada provisión.
Historiador – Profesor de la UCV