—Las mujeres somos peces que perdieron las escamas por vanidad hace muchos siglos. Pero aún conservamos en nuestra naturaleza femenina la agilidad de las criaturas acuáticas. ¿Has oído hablar de las aguane? Son hadas que pueblan los fondos de los lagos y matan a los hombres de amor.
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—El deseo y el amor son cosas distintas —dijo Lady Morgan—. Se complementan a veces. A veces no. A veces recaen sobre una misma persona. Pero otras veces se reparten caprichosamente. Se puede desear sin amor y amar sin deseo.
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