Uso la expresión porque contiene un elemento muy hernandiano.
Y es que acepté dar una conferencia sobre Miguel Hernández que forma parte de un ciclo que acaba de iniciarse y que tiene por escenario diversas bibliotecas municipales de la ciudad.

A mí me tocó la Biblioteca Francesc Boix, del Poble Sec.
Como el lunes hacía una tarde maravillosa, y como hacía bastante tiempo que no callejeaba por el hermoso laberinto/dédalo de ese barrio, llegué con tiempo y merodeé.
Y me hubiera gustado disfrutar de las terrazas que se alinean en la calle Blai (una calle peatonal), donde se ubica esa biblioteca dedicada a un jovencísimo fotógrafo-combatiente (que no poeta-soldado, como el protagonista de mi conferencia), cuya biografía es más que conmovedora.

Porque este otro noi del Poble Sec, nacido en 1920, vivió nuestra Guerra Civil, se exilió, fue a para al campo de concentración de Matthausen y...Destinado en el laboratorio fotográfico del campo, consiguió sacar los negativos de unas 2.000 fotos que posteriormente servirían de prueba acusatoria en el famoso Juicio de Nuremberg.
Hay un espléndido documental, "Francisco Boix, un fotógrafo en el infierno", está dirigido por Llorenç Soler, un acreditado director de más de 30 documentales. Sus films han sido premiados en diversos festivales internacionales. Este documental podéis verlo en Internet.



Bueno, yo hablé de Miguel Hernández y las mujeres, título que, aun por prosaico, desconcertó a un público que tal vez esperase las loas a la esposa-custodiadora.
¡Pues no!
Traté de las mujeres que le ayudaron cuando llegó a Madrid, y que le hicieron madurar como hombre y como poeta.
Pero bueno, no voy a soltar aquí la conferencia (y que a lo mejor un día publicaré, porque el compañero de celda que amortajó a Miguel Hernández, Ramón Pérez Álvarez, en su día -cuando yo publiqué la novela sobre Maruja Mallo-, me escribió y me mandó "cositas" muy interesantes.
Suponiendo que el público sería del barrio y de edad avanzada, con la ayuda de Martin preparé un power point con diversas ilustraciones, sobre todo la correlación entre ciertas etapas de la obra de MH y la estética de los pintores de la llamada Escuela de Vallecas, como Benjamín Palencia, o Alberto Sánchez.
La conferencia la cerré con este vídeo en el que la miliciana Rosario Sánchez, la Dinamitera, recita el poema a ella destinado.