La red ha creado una nueva modalidad en el consumo de música. Aunque me lo paso en grande rebuscando en los cajones de las tiendas de vinilo, tampoco negaré que las horas se me esfuman mientras surfeo en busca de nuevas bandas. De repente, nos convertimos en poli-consumidores de música, con todo lo bueno y todo lo malo que conlleva: el vértigo al que nos sometemos es tal que nos impide saborear todo lo que a nuestros oídos llega. En cambio, descubrimos bandas a las que –con seguridad- jamás tendríamos acceso.
Recibí esta semana un correo de una banda californiana llamada Francisco The Man, donde adjuntaban un link con el que me daban a conocer su trabajo. Y me han gustado; eso me hace pensar qué seguramente sin la red no los habría conocido (al menos a estas alturas). Pero vamos al meollo del asunto: el último trabajo que han editado ha sido Broken Arrows, dos temas que nos dejan con ganas de más.
Broken Arrows –tema homónimo- es pausado y laberíntico, seis minutos y medio que en absoluto resultan pesados ya que el tema se desliza por diferentes niveles. En Broken Arrows, la guitarra de Scotty Cantino destila un arrullo inagotable henchido de shoegaze y su voz parece arder desde un registro que inicialmente se perfila como alto, para acabar de fundirse con las demás líneas de guitarra y bajo que Néstor Romero y Brock Woolsey van entrelazando. El soporte rítmico de la batería de Abdeel Ortega está ahí también, aunque tal vez la producción lo haga pasar a un segundo plano. Es el escenario perfecto para música que no se crea sino que se descubre.
Si le damos la vuelta al vinilo nos encontramos con Franklin Ave, que comienza donde Broken Arrows lo deja. Tengo la sensación de que, aunque cada tema puede ser tomado como pieza independiente, ambas forman un conjunto difícil de disolver. Por eso, una vez tenemos este material, damos un paso adelante y buceamos en el pasado de la banda.
El primer trabajo de Francisco The Man fue realizado en 2007 y es un self-titled que exhibe una atemporal sensibilidad pop salpicada de influencias folk y country; no será difícil encontrar olor a Beatles, Neil Young, Bob Dylan o Wilco. El esfuerzo se vio compensado cuando empezaron a sonar en la radio, pero no es ése tal vez el objetivo de la banda ya que donde mejor se encuentran es tocando en directo sus propios temas junto a algunos covers en pequeños clubs.
Después del primer trabajo homónimo vino el EP With Friends Like You (2010), cinco temas estratégicamente dispuestos que forman un conjunto que se disfruta de principio a fin. Mezclado y masterizado por T.W. Walsh (batería de David Bazán que también ha mezclado y masterizado álbumes de Bazán, Pedro The Lion, Damien Jurado, Sufjan Stevens, Richard Swift etc.)
No se trata de una banda muy conocida por estos lares, pero unos tipos que tienen la osadía de tomar un personaje de Cien Años de Soledad como nombre para su banda, bien merecen nuestra atención. A ver si alguien se anima y se los trae de gira a España. Bienvenida sea la red!
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