FRANCISCO VILLA “PANCHO VILLA”
La Revolución Mexicana fue el acontecimiento social más importante del México del siglo XX. Grandes hombres y mujeres lucharon y murieron por unos ideales que desgraciadamente aun hoy en día no se han materializado del todo. Dentro de estos valerosos hombres encontramos la figura de un duranguense, Francisco Villa “Pancho Villa”, aunque realmente el nombre de pila del General de la División del Norte era José Doroteo Arango Arámbula.


Francisco Villa fue un personaje bastante peculiar ya que se sabe que tenía un temperamento bastante colérico e impredecible. Son muchas las leyendas e historias que narran episodios de una valentía y astucia digna de un militar de carrera; sin embargo, Villa no tenía instrucción militar e incluso no sabía leer y escribir apropiadamente, lo cual le llenaba de vergüenza. Fue un hombre de campo, humilde, quien harto de las injusticias y las vejaciones de los “amos o patrones”, decidió emprender una vida de bandolero al vengar el abuso de una de sus hermanas, lo que lo convirtió en prófugo de la justicia.
En 1910, después de unas elecciones federales manipuladas y fraudulentas, mismas que le dieron el triunfo al General Porfirio Díaz quien tenía ya 30 años en el poder. Francisco I. Madero, candidato independiente a la presidencia de la república, decidió convocar al pueblo a levantarse en armas para defender la democracia de México, Villa quien ya tenía una carrera delincuencial “hecha y derecha” vio entonces la oportunidad de hacer frente a la tiranía del gobierno federal, a quien odiaba profundamente, decidiendo unirse activamente a las fuerzas revolucionarias convocadas por Madero, organizando su gente en el norte de México al crear la famosa División del Norte.

Villa fue un hombre de contradicciones ya que por un lado luchaba por el pueblo, le interesaba mucho la educación escolar de los niños y que cesara la tiranía de los ricos hacendados y terratenientes, pero por otro lado, se sabe que Villa podía llegar a ser muy cruel con sus enemigos a quienes mandaba torturar antes de pasarlos por las armas. Le encantaban las mujeres, fueran libres o ajenas, según se dice se casó decenas de veces (algunas veces se casó con la misma mujer en más de una ocasión).
Paradójicamente, al término de la revolución, Villa se hizo de grandes propiedades en el norte de México, en el estado de Chihuahua, convirtiéndose así en lo que tanto odiaba, un hacendado.
Grandes rencores y muchos enemigos no veían con buenos ojos al otrora caudillo revolucionario, motivo por el cual fue acribillado en la ciudad de Parral, Chihuahua el 20 de julio de 1923.

Gracias por leerme, hasta pronto.