Una vieja de Madrid con un sombrero,
un paraguas de papel de arroz y caña de bambú.
Capitanes valerosos,
listos contrabandistas noctámbulos.
Jesuitas en acciòn
vestidos como unos bonzos
en antiguas cortes con emperadores
de la dinastia Ming
Busco un centro de gravedad permanente
que no varíe lo que ahora piensode las cosas, de la gente,
yo necesito un
centro di gravità permanente
che non mi faccia mai cambiare idea
sulle cose, sulla gente.
Over and over again.
En las calles era Mayo y caminábamos juntos
contando entre bromas manojos de ortigas.No soporto ciertas modas,
la falsa música rock, la new wave española,
el free jazz, punkie inglés,
ni la monserga africana.
Busco un centro de gravedad permanente,
que no varíe lo que ahora piensode las cosas, de la gente,
yo necesito un
centro di gravità permanente
che non mi faccia mai cambiare idea
sulle cose, sulla gente.
Over and over againNómadas que buscan los ángulos de la tranquilidad,
en las nieblas del norte, en los tumultos civilizados,
entre los claros oscuros y la monotonía de los días que pasan.
Caminante que vas buscando la paz en el crepúsculo
la encontrarás, la encontrarás al final de tu camino.Bajo el tránsito de la aparente dualidad,
la lluvia de Septiembre despierta el vacío de mi cuarto
y los lamentos de la soledad aún se prolongan.
Como un extranjero no siento ataduras del sentimiento,
y me iré de la ciudad, esperando un nuevo despertar.Los viajantes van en busca de hospitalidad,
en pueblos soleados, en los bajos fondos de la inmensidad
Forastero que buscas la dimensión insondable
la encontrarás fuera de la ciudad, al final de tu camino.