Sus acólitos, así como los medios de comunicación de la época, nos quisieron (y en algunos casos nos siguen queriendo) presentar a Franco como un elegido por Dios para salvar a España de las hordas del comunismo. En su día se hizo hacer creer que hizo todo lo posible para que España no entrara en la Segunda Guerra Mundial, cuando la verdad es que quería entrar del bando de los nazis, pero las negociaciones fracasaron al pretender poco menos que el oro y el moro. Para unos fue el salvador de la patria. Para otros, la encarnación del mal. ¿Con qué versión nos quedamos?