Revista Cine
Es el dos de octubre de 2008, una compañera de trabajo se da cuenta que este domingo será cinco de octubre y comienza a contarle a su hijo de catorce años lo emocionante que fue el día en que se derrotó a la dictadura con un lapiz. Uno de los días más hermosos que muchos chilenos recordamos y que al mirar las imágenes, me siguen emocionando, el niño escucha muy entusiasmado.
Mientras estamos en la oficina este viernes, suena el celular de mi compañera de trabajo, era su hijo que le pregunta... ¿mamá que se celebraba el cinco de octubre?.Es que ya pasaron veinte años desde esos días... yo era un niño, tenía doce años y no podía estar ajeno a lo que sucedía en el país, al ver las noticias me llamaba la atención que en todos lados cambiaban presidentes menos en Chile. No entendía como mis padres, tíos, amigos, compañeros de colegio eran todos contrarios a la dictadura... mientras en la tele se veía sólo a gente feliz por la estabilidad de Pinochet. Mientras conversabamos sentíamos estruendos gigantescos que no nos asustaban porque sabíamos que eran bombas, y los extremistas querían destruir el país asesinando carabineros y asaltando bancos.En esos días era subersivo ver una muralla que dijera Democracia Cristiana y yo no entendía que era ese martillo cruzado con una hoz, sólo creíamos en la iglesia y no porque fueramos católicos fieles, si no porque era la única que contaba algunas barbaridades que nos parecían normales.
Pero todo cambió un día de septiembre cuando por ley comenzó la franja política del NO, ahí entendí que todo era distinto, que mis papás no eran la minoría que había mas gente que apoyaba la salida de Pinochet... gente de la televisión, los actores, escritores, músicos y pensadores. Todo se convirtió en alegría desde esa única válvula de escape de quince minutos que Chile tenía en el mar de mentiras que la prensa de la época contaba.
Fue la primera vez que vi que si existían señoras que buscaban a sus familiares prisioneros por más de quince años, ahí vi la verdadera represión policial, vi a seminaristas y monjas luchando por la democracia, a actores que no habían vuelto a salir en pantalla... pero lo más importante vi esperanza, en medio del miedo que se pregonaba desde la dictadura de la vuelta del marxismo y de los comunistas. La propaganda tenía un carácter menos políticos y más cercano a lo que en esos día pasaba... había que quitarle el miedo a la gente por el odio, no había revancha ni tampoco vía armada, simplemente las mismas reglas del juego que la dictadura había creado.
Este es un blog de imágenes que concentran emociones, es que saber contar las historias tiene dosis de magia, amor y creatividad; y no se pueden dejar en el olvido las imàgenes más importantes de mi vida, cuando lo que fue noticia hoy es parte de un proceso histórico que los niños no recuerdan (porque no lo vivieron) pero por el que nuestros padres lucharon, lloraron y sufrieron... me da entre pena y alegría ese olvido de las nuevas generaciones... pena por lo que costó en vidas y libertades... y alegría porque indica claramente que ahora vivimos en una sociedad libre.
Pese a que han pasado veinte años y los gobiernos de la Concertación presentan un claro desgaste, me sigo emocionando con las imágenes que crearon el final feliz de esos oscuros días. Hoy mientras miro algunos de los problemas que ellos mencionaban en contra de Pinochet como mejorar la salud, la educación, la economía y igualdades sociales... parece un mal chiste ver los discursos... pero hay un país distinto eso no se puede negar, con ideas que a veces parecen perderse entre una sociedad que pareció venderse a un sistema más cómodo y un mundo donde los que hicieron lo imposible ahora sólo parecen parte del panteón de los héroes.
Pese a las críticas yo si siento que la alegría llegó y se quedó para hacer un país nuevo.
Saludos a todos en los veinte años de Democracia a la chilena.
Bonus Tracks
1.- Escenas escogidas de la franja del NO a Pinochet
2.- El día en que volvió la democracia en Chile, acto en el Estadio Nacional
3.- Recuerdos del Plebiscito