El socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier, exministro de Asuntos Exteriores y candidato de la gran coalición de gobierno en Alemania, fue elegido hoy presidente del país por mayoría absoluta en la Asamblea Federal, ante la que pidió “valor” para defender la democracia en tiempos difíciles.
“Estoy convencida de que será un presidente magnifico y de que no sólo tiene el apoyo de la gran mayoría de la Asamblea que votó por él, sino también de la mayoría de los alemanes”, afirmó la canciller, Angela Merkel, sobre uno de los políticos mejor valorados del país y que en un principio no era su candidato.
La candidatura de Steinmeier fue apoyada en primera votación por 931 de los 1.253 delegados de la Asamblea, órgano que se reúne cada cinco años para designar al jefe del Estado y que está formado por los diputados del Bundestag (cámara baja) e igual número de representantes de los estados federados.
Las funciones que la Carta Magna otorga a la Presidencia son fundamentalmente protocolarias pero Steinmeier, como hicieron todos los políticos con afiliación que le antecedieron en el cargo, suspenderá su militancia, pues deberá representar a todos los alemanes y demostrar que todas sus actuaciones se rigen por la neutralidad y el interés general.
Jurista de formación y con una oratoria que no cabe en 140 caracteres, de ahí que nunca haya tenido cuenta en Twitter para expresar su opiniones, el nuevo presidente alemán llegó a la alta política de la mano del ex canciller Gerhard Schröder. Entre 1998-2005 fue su ministro de la Cancillería y responsable como tal de la coordinación de los servicios secretos. Se le considera a sí mismo arquitecto de la llamada Agenda 2010, el programa de reformas sociales que contribuyó, con sus luces y sombras, al descenso del desempleo en Alemania en la última década.
Con información de EFE y El Mundo.
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