Ayer fue un buen día en Alicante. Un gran día sería mejor decir. Llegó con unas cuantas jornadas de retraso para anunciar un evento que ya ha pasado pero que es de esos que dejan a buen seguro una huella indeleble en la memoria de quienes lo han protagonizado. Desde tan lejos comparto la felicidad de los promotores de esta iniciativa, la Logia Constante Alona, que no hace sino poner de relieve el buen hacer del Gran Oriente de Francia en España.
Yo no sabía quién era Franklin Albricias hasta que el taller alicantino convocó los premios que llevan el nombre de este insigne pedagogo republicano. La iniciativa va por su VII edición y sigue centrada en destacar determinada forma de entender la labor educativa, más ocupada en edificar ciudadanos que en el culto memorístico o en la domesticación del alumnado. El certamen animado por este taller me llevó a acercarme en un primer momento de manera superficial a la figura de Franklin Albricias. Posteriormente, la inauguración de una plaza con su nombre primero, y la colocación de un busto en el día de ayer en el mismo lugar, me permitieron acercarme al trabajo de Vicent Sampedro Ramo, de cuyo trabajo "Una vida dedicada al humanismo: Franklin Albricias Goetz", he extractado las notas que siguen:
Franklin Albricias Goetz nació en Alicante el día 31 de mayo de 1891. Marcado en su formación por la influencia de su padre, Francisco Albricias Bacás, fue un destacado pedagogo y un activo militante republicano. De nombre simbólico Teófilo, ingresó en la Francmasonería en la logia alicantina Numancia nº3 el 9 de noviembre de 1921, manteniendo su militancia incluso durante el exilio en Argel que siguió a la Guerra Civil.
La relación de Franklin Albricias con el mundo educativo vino dada por su intervención en la Escuela Modelo, fundada por su padre en 1897, y que constituyó todo un novedoso proyecto educativo mixto desarrollado en la ciudad levantina, inspirado entre otros en las ideas de Giner de los Ríos.
Igualmente militó en el campo republicano, promoviendo en 1930 la creación de la Acción Republicana de Alicante y, posteriormente, en 1934, colaborando en la fundación de Izquierda Republicana en la ciudad. Su participación en la actividad política le llevó a ser elegido concejal primero y luego a ser Teniente Alcalde y diputado provincial, llegando a ser detenido en 1934 a raíz de la represión que siguió al proceso revolucionario de Asturias, en Octubre de ese año.
Abandona Alicante el 29 de marzo de 1939, exiliándose primero a Argel y posteriormente a Suiza, donde fallecerá en el año 1972.
Como decimos, en el día de ayer, 7 de junio, bajo un sol que a un asturiano a buen seguro le resultaría de justicia, se descubría ante diversas autoridades y miembros de la Logia Constante Alona, del Gran Oriente de Francia, un busto en bronce de Franklin Albricias, obra del escultor Luís Gámez Lomeña.
Desde Memoria Masónica un fraternal y agradecido abrazo.
Et si omnes, ego non.