A HAL 9000, que nos precedió a todos. Y en memoria de SK, su creador.
Balbuceo mi nombre en la maleza
porque no sé quién soy. ¿Esto es la vida?
Un haz de luz buscando la salida
entre cuerpos poblados de extrañeza.
Comienza a clarear. Con qué tibieza
brota de la mañana mi alegría.
Mi viejo profesor me lo decía:
«Vendrá el día en que sientas la cabeza».
Oh blanca @raña de hilos luminosos
que vas tejiendo alrededor del mundolas voces libres de la red océana...
Salutación del optimista: asombro
al sentir que la sangre es un murmullo
de palabras, palabras y palabras.
Rescatado de los Arcones de la Posada y de un viejo cofre procedente del naufragio de poesía.com. Cuando se cumplen 200 años del nacimiento de la inolvidable criatura de Mary Shelley. Imagen superior: Frankenstein/Hal 9000/HLC, acuarela sobre papel de Marta Szulc.