Revista Comunicación
Hoy el niño ha muerto. Y en su lugar, hay un hombre.
-Acaba de apuñalarme, maldición.
-Aprende a defenderte entonces. Tú mátala a ella.
Dijiste que los estadounidenses están subeducados y sobremedicados.
Sólo un estalinista llamaría trotskiano a un trotskista.
Anoche... mamá se suicidó. Finalmente lo hizo. Su madre está muerta. Nada cambiará. Seguiremos viviendo de la misma manera. Somos una familia.
Lo único que podemos hacer es odiar a esa gente.
Nos definen las acciones. No las palabras.
M.P.O.P. Mantén la calma. Piensa. Observa. Y planifica. Si te golpeas con las rocas de abajo, morirás por contusión traumática.
-O hemorragia interna por fractura masiva de huesos. O del ángulo esplénico del intestino grueso.
-Sí, gracias, Zaja.
No vendrá la caballería. No vendrá nadie a salvarte por arte de magia.
Algunas peleas no se ganan. El poderoso controla la vida del indefenso. Así funciona el mundo. Es injusto. Pero mala suerte. Debemos cerrar la boca y aceptarlo... ¡Al diablo con eso! ¡Qué sepan que vamos para allá!
Atención, campistas, les habla su Capitán. Esto es la personificación de la aseveración de Calvin Coolidge de que el negocio de Estados Unidos son los negocios. Nuestra democracia es una de las luces más brillantes de la justicia social de la historia. Sin embargo, casi todos nuestros conciudadanos utilizan la compra frenética como su forma principal de interacción social.
-¿Qué lees? ¿“Lolita”? Yo no asigné ese libro.
-Estoy adelantándome.
-¿Y?
-Es interesante.
-¡“Interesante”!
-¡Palabra ilegal!
“Interesante” no es una palabra. Sabes que debes intentar evitarla. Sé específica.
-¿Qué les sucede? ¿Están enfermos?
-¿Qué quieres decir?
-Todos son muy gordos.
Puedes pensarlo. Pero nosotros no nos burlamos de la gente. ¿Cierto, papá?
Nosotros no nos burlamos de la gente. Salvo de los cristianos.
-El poder para el pueblo.
-Abajo el sistema.
Oye. No. Nada de esperanto. En serio.
-¿Qué es “Coca cola”?
-Agua envenenada.
¡Misión: “Liberación de Comida”!
¡Feliz Día de Noam Chomsky!
-¿Por qué no celebramos Navidad como todo el mundo?
-¿Prefieres celebrar a un duende mágico ficticio en lugar de a un luchador contemporáneo que ha hecho tanto por promover la comprensión y los derechos humanos?
-¿Cómo mataste esos pollos? ¿Con un hacha o un cuchillo?
-No tuve que matarlos. Es un pollo rostizado, lo compras. Ya está muerto. O cocido. En una cosa...
-Los droguis, algunos sólo niños como ustedes, se mataban por nada... por sus Nikes.
-¿Se mataban por Nike? ¿La Diosa griega alada de la victoria?
-Basta.
-¿Bromea, no? Son como Adidas.
-¿Quién es Adidas?
-¿Hablas en serio?
-Son zapatillas.
-Está bien. Todos sabemos que tenías diferencias con Leslie.
-¿Qué?
-No es un secreto.
-Yo no diría eso. ¿Por qué tú...?
-La última vez, la llamaste “perra maldita”.
Me disculpo. Lamento no haber respetado la manera en que ustedes hacen las cosas
en su hogar.
-¿Sabes qué es la Carta de Derechos?
-Es algo de gobierno, ¿no? Los derechos que la gente tiene en Estados Unidos y cosas así...
Nuestros nombres son únicos. Hay sólo uno de nosotros en todo el mundo.
La manera en que me ha abierto, en cómo penetró dentro de mí... y yo sé que penetré profundamente dentro de su hija. Pero no de ese modo. Me encantaría... cuando haga falta...
-Claire McCune, ¿quieres casarte conmigo?
-Está bien, payaso. Seguro que tu padre está esperándote.
Es sólo un pene. Todos los hombres tienen uno.
Vístete cuando comemos.
¡Maldición! ¡Tenemos canciones para cantar!
¿A quién crees que escuchará la policía? ¿A mí o a un hippie vestido de payaso?
¡Aborta la misión!
¡No quiero perderte! Por favor. No podemos perderte a ti también.
Tengo recuerdos de mamá riendo. Y no puedo recordar cuándo fue eso.
Papá la enloqueció. Papá es peligroso. Crees que nuestras vidas son geniales. Crees que papá es perfecto.
¡Soy un raro por tu culpa! ¡Nos hiciste raros! ¡Y mamá lo sabía! ¡Lo entendía! A menos que salga de un maldito libro, ¡yo no sé nada de nada!
Aunque logren superar lo que sea que les haces, no tendrán ninguna preparación
para el mundo real.
-¿Qué hacía en un techo?
-Jugaba.
Lo que Ben y yo creamos aquí puede ser único en la humanidad. Creamos un paraíso salido de “La República” de Platón. Nuestros hijos serán filósofos reyes.
Es un hermoso error. Pero un error. Pensé que la ayudaría. Pensé... Pensé que en el bosque se mejoraría, ¿saben? Pero... fue demasiado. Fue demasiado. Demasiado... Y yo lo sabía.
-¿Por qué no podemos quedarnos contigo?
-Porque si lo hacen les arruinaré la vida.
-Te afeitaste. No te odio. Sólo desearía que hubieras ayudado a mamá.
-Yo también.
“Si asumes que no hay esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que hay un instinto de libertad, que hay oportunidades para cambiar las cosas, entonces, quizá, puedas contribuir a hacer un mundo mejor". Noam Chomsky.
-Papá, la encontré.
-Cavemos.
Mi rostro es mío, mis manos son mías. Mi boca es mía. Pero yo, no. Yo soy tuyo.
-¿Por qué vas a Namibia?
-Sólo puse el dedo en el mapa.
-Cuando tengas sexo con una mujer, sé gentil y escúchala. Trátala con respeto y dignidad, aunque no la ames.
-Lo sé.
-Siempre di la verdad. Siempre compórtate bien.
-Lo sé.
-Vive como si cada día fuera el último. Absórbelo todo. Sé aventurero. Sé audaz. Pero disfrútalo. Pasa rápido.
-Lo sé.
-No te mueras.
-No lo haré.
-Ahora vete.