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frases de “Woody Allen, el documental” (II)

Publicado el 09 agosto 2013 por Libretachatarra

frases de “Woody Allen, el documental” (II)

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No todos se corrompen. Tienes que tener un poco de fe en las personas.
Cuando la terminé, no me gustaba la película para nada. Y la vi y... y hablé con United Artists, en aquel entonces, y les ofrecí hacer una película para ellos por nada si no la estrenaban. Simplemente pensé para mí mismo: “a esta altura de mi vida, si esto es lo mejor que puedo hacer, no deberían darme dinero para hacer películas”.
Después de “Manhattan”, el público estaba listo para seguir a Woody Allen a donde sea. A cualquier lugar excepto “Recuerdos”.
Ésa fue mi película favorita durante un tiempo. Fue mi película menos popular. Pero es ciertamente mi favorita.
Para ustedes soy un ateo. Para Dios, soy la oposicion leal.
No le gustan los trucos, no le gustan los efectos, no usa artefactos. Le gusta tener colaboradores a su alrededor. Tú sabes es sólo una palabra. En realidad, yo diría que es “simplicidad”.
Si quieres comparar a Woody Allen en la esfera de la productividad, en realidad tienes que retroceder una era. Tienes que retroceder a la década del 30, cuando John Ford y Howard Hawks y Raoul Walsh y tipos así hacían más de una película al año. Hacían películas bajo el sistema del estudio. Ellos eran básicamente parte de la fábrica de sueños. Ahora Woody Allen hace una película al año y escribe una película al año hace 40 años. Eso es inédito. Casi no tiene precedentes. Excepto por Ingmar Bergman.
El logro que yo busco es intentar hacer una gran película. Y eso me ha eludido durante décadas.
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Mia Farrow se convirtió en su musa. Y él empezá a mostrarnos a Mia Farrow en una dimensión que nos había sido negada en, digamos, “El bebé de Rosemary” o “Huracán”. Simplemente facetas de ella que no teníamos vistas. Y Woody Allen logró hacerlas surgir en todo su arcoiris de colores. Y a través de ella exploró una cantidad de formas maravillosas de filmar. Y, de alguna forma, al hacerlo también testeaba sus propios límites.
Escribí roles para ella. Y nunca me decepcionó.
Ésa era mi intención, sabes, en un nivel profundo mucho más pretencioso, que las personas son enfrentadas, en la vida, con tener que elegir entre la realidad y la fantasia. Y es muy placentero elegir la fantasia. Pero de esa forma se encuentra la locura. Y eres forzado, finalmente, a elegir la realidad. Y la realidad siempre decepciona, siempre te lastima.
Como admiradora de sus películas, cada vez que voy a verlas veo que el elenco siempre funciona. Es como que todos estan perfectos para cada personaje. Y él puede hacer esas decisiones en cinco segundos. Solo diciendo: “Hola, encantado de conocerte” a alguien, él sabe si esa persona es la correcta para ese personaje.
Bueno, ése es todo el secreto. Si contratas a gente genial y no los complicas con un montón de análisis y conversación y especulación y cosas sin sentido... si tú sólo te apartas de su camino y te callas, te darán la interpretación que los ha hecho los grandes artistas que son.
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Creo que “Hannah y sus hermanas” es la película que la gente esperaba después de “Manhattan”. Y cuando él consiguió eso, volvió con una fuerza aún mayor de la que tenía antes.
Es sólo optimista en los segmentos en que fallé.
¿Qué demonios sé por que hubo nazis? ¡No sé cómo funciona el abrelatas!
Woody ha dicho que hacer una película distrae la mente. Y entonces no tiene que pasar todo el día pensando sobre el sentido de la vida. En cambio se pasa el día haciendo una película sobre el significado de la existencia.
Escucha, para aquellos que quieren moralidad, hay moralidad.
Lo que hay que recordar sobre la comedia es que si se dobla, es gracioso; si se rompe, no es gracioso.
-Le estoy preguntando si cree en Dios.
-Es increíble... ésta es la tercera vez, esta noche, que alguien me hace exactamente esa pregunta. Sabes, me encantaria. Créame: sé que sería mucho más feliz.
-Sí. Pero no puede.
Si pensara que no hay nada más que esto, me mataría. He pensado en ello. Hubo muchas veces en que mi cerebro ha dicho: “¿Por qué no?”. Lo que quiero decir es... que nada tiene sentido. Pero, de alguna manera, mi sangre siempre dice: “¡Vive, vive!”. Y siempre escucho a mi sangre.
Y creo que Woody Allen hace estas preguntas importantes: ¿Hay un Dios?, ¿No hay un Dios?, ¿Hay vida más allá de la tumba?. Y eso lo hace único entre los cineastas contemporáneos, pero también lo hace único en la historia del cine norteamericano. Ésas son las dos preguntas clave. Y él sólo sigue insistiendo en ellas.
Rodamos durante dos días. Él dijo: “Esta noche ven a ver las preliminares conmigo”. Me senté allí y vi este doloroso, doloroso intento de hacer este rol, patético, patético... Él dijo: “¿Ves?”. Y yo dije: “Sí, vi”. Él dijo: “Bueno, ya sabes, ¿qué vas a hacer?”. Y yo dije: “Tienes que levantar el teléfono y tienes que encontrar a alguien que pueda hacer esto. No está en mí. Tienes que reemplazarme”. Él dijo: “No, no, no, no. Hay algo que podemos hacer. Hay algo”.
Fue allí que consiguió, creo, el segundo premio de la Academia.
Y entonces es raro... Es un director cuyos actores consiguen tremendas cantidades de premios o nominaciones a premios. Pero si lo observas en el set, es el director menos “directivo” que puedas imaginar.
Algunas de las instrucciones son algo así como, ya sabes, “lo que estás haciendo está muy bien pero, sabes, hay un juego de los Knicks... y apurate”.
Odian a los judíos mucho más. ¿Por qué? De los negros, tenían miedo de que tuvieran un pene demasiado grande. A los judíos los odiaban, aún con penes pequeños.
Woody allen nunca se ha sentido obligado a autosuperarse. Se ha sentido obligado a hacer lo que más le interesa y hacerlo con total compromiso. Pero cuando acaba, sigue adelante, y simplemente se mete directamente en lo que sigue.
Un personaje que es demasiado neurótico para funcionar en la vida, que sólo puede funcionar en el arte.
Su carrera ha sido guiada enteramente por su intuición de que es lo correcto que él debía hacer y no por “que es lo que el público quiere que haga". Y no tiene miedo de fracasar. Eso cuenta, también.
Yo sólo pongo el límite de un suicidio, evidente y flagrante. Realmente no me interesa el éxito comercial. Y el resultado final es que raramente lo logro.
¿Cuántas grandes películas ha hecho? Un montón. Ya sabes, ha hecho unas cuantas chatarras. Pero, no obstante las chatarras, siempre tienen algo. Siempre. Eso es el arte.
Quiero decir... quiero decir, que (“Match Point”) es más sexual que cualquier otra cosa que hayan hecho tipos de la mitad de su edad.
Él ama a las mujeres. Valora a las mujeres. Ha escrito algunos de los mejores personajes femeninos de todos los tiempos. Y me encanta lo bien que conoce a las mujeres neuróticas.
Te haces viejo, pero no envejeces hasta que realmente estás físicamente incapacitado.
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Hay un montón de sorpresas que ocurren entre escribirla, hacerla y verla en la pantalla. La mayoría de las sorpresas son negativas.
He hecho unas cuarenta películas en mi vida y pocas de ellas han valido realmente algo. Porque no es fácil. Si fuese fácil no sería divertido, no sería valioso.
Cada película tiene una cantidad de tiempo de atención que el público prestará a la historia.
El único obstáculo entre la grandeza y yo, soy yo.
-Su película dice muchas cosas sobre la muerte. Entonces me gustaria preguntar: ¿Cuál es su relación con la muerte ahora?
-Mi relación con la muerte sigue siendo la misma. Estoy totalmente en contra de ella.
Me gustaría que se me ocurriese una idea que agradara a multitudes y, ya sabes, enormes enjambres de personas reunidas que vieron la película dos y tres veces. Y romper récords de taquilla. Pero no creo que eso vaya a pasar en mi vida jamas. (…) Un año despues, “Medianoche en París” ha pasado a ser la película más taquillera que Woody Allen haya hecho en todo el mundo así también como en Estados Unidos.
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En el pasado, me he referido a Woody allen como el Albert Camus de la comedia. Camus dijo: “No quiero morir. No quiero que nadie que amo se muera. Voy a morir y todos los que amo van a morir. Y eso hace que la vida sea absurda”. Y Woody cree eso pero es capaz de entrelazarlo con humor. Ahora, creo que probablemente hace que sea un poco más aceptable. Pero querría preguntarle, si la vida es realmente absurda Y horrible y brutal... ¿por qué nos estamos riendo?
¿Quieres hacerle un verdadero servicio a la Humanidad? ¡Cuenta chistes más graciosos!
Cuando repaso mi vida, veo que he sido muy afortunado de haber llegado a concretar todos estos sueños de la infancia. Quise ser actor de películas yme convertí en uno ellos. Quise ser director de películas y comediante, me convertí en uno de ellos. Quise tocar jazz en Nueva Orleans y toqué en desfiles callejeros y cuchitriles de Nueva Orleans. Y toqué en óperas y conciertos por todo el mundo. No hubo nada en mi vida a lo que haya aspirado que no se haya hecho realidad para mí. Pero a pesar de todos estos golpes de suerte, ¿por qué todavía siento que fallé de alguna manera?

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