Revista Cultura y Ocio
Sólo el enemigo te enseña tus puntos débiles.Sólo el enemigo te enseña tus puntos fuertes.Y las únicas reglas del juego son qué puedes hacerle y qué puedes impedir que él te haga.A partir de ahora soy tu enemigo.A partir de ahora soy tu maestro.
Puede que sea imposible disfrazarse con una identidad sin convertirse en lo que se finge ser.
Pueden ordenar a la luna que se vuelva azul, pero no por eso cambiará de color.Los comandantes tienen la autoridad que tú les permitas tener.Cuanto más obedeces más poder tienen sobre ti.
Yo no luché con honor.Luché para vencer.
En el momento en que entiendo verdaderamente a mi enemigo, en el momento en que le entiendo lo suficientemente bien como para derrotarlo, en ese momento, también le quiero.
He vivido demasiado tiempo en el dolor.Sin él, no sabré quien soy.
Si lo intentas y pierdes, no será culpa tuya.Pero si no lo intentas y perdemos, será por tu culpa.
Te he enseñado todo lo que sabes.Pero no te he enseñado todo lo que sé. No lo olvides, la puerta del enemigo está abajo.