Revista Cultura y Ocio
"Lo recordaba todo de una manera extraordinariamente vívida, como si entre ellos no mediara un abismo de ocho años, y a veces, aquellos recuerdos incluso se le antojaban más hermosos que los hechos auténticos. ¿Qué rara alquimia hacía parecer esas copias más extraordinarias que el original? La respuesta era obvia: el paso del tiempo, que convertía el borboteo del presente en aquel cuadro terminado e inalterable llamado pasado, un lienzo que el hombre siempre pintaba a ciegas, con unas pinceladas erráticas que solo cobraban sentido cuando se alejaba de él lo suficiente para admirarlo en su conjunto".
"Detrás de cada invento late el esfuerzo de un hombre, una vida consagrada a la solución de un problema, a concebir un artilugio que lo sobrevivirá, que formará parte de un mundo que seguirá sin él. Mientras haya hombres que no se contenten con comer las frutas de los árboles o con aporrear tambores suplicando lluvia, y decidan usar su inteligencia para rebasar el papel de meros parásitos de la obra de Dios, la ciencia nunca sucumbirá".
"Pero, ¿existiría tal cosa? ¿Terminaría el tiempo en algún momento o continuaría eternamente? De ser así, el final debía localizarse en el instante mismo en que el hombre se extinguiera y no quedara sobre el planeta ninguna otra especie porque, ¿qué era el tiempo si nadie podía medirlo, si nada podía acusar su paso? El tiempo solo se mostraba en las hojas secas, en las heridas que cicatrizaban, en la carcoma que devoraba, en el óxido que se extendía, y en los corazones que se cansaban. Si nadie estaba allí para señalarlo, el tiempo no era nada, absolutamente nada".
"La verdadera literatura debía remover al lector, dañarlo, cambiar su percepción de las cosas, arrojarlo de un certero empellón por el acantilado de la clarividencia".
¡Hola a todos! Hoy comparto con vosotros unos fragmentos de uno de mis libros favoritos: El mapa del tiempo, de Félix J. Palma. No os podéis hacer una idea de lo mucho que disfruté tanto de este libro como de la trilogía en general, y eso que no lo empecé con buen pie. Creo que desde entonces soy fan de los viajes en el tiempo, y es que los trata de una manera tan lógica y coherente y hace uso de unos personajes tan bien construidos...La pega, si se puede considerar una pega, es que el lenguaje es complejo y maduro (ojo, que está todo muy bien escrito, basta con que os fijéis en los fragmentos), y que hay muchas descripciones que reducen el ritmo. Pero os prometo que tiene giros brutales y que merece mucho la pena.
En cuanto a las citas que os traigo, me gustan las reflexiones que contienen. La primera hace referencia al hecho de que siempre idealizamos el pasado debido a la nostalgia, pero también a que, en el momento, somos incapaces de percibir la grandeza del instante. Por ejemplo, al pensar en el último recuerdo que tenemos de un ser querido, lo vemos en nuestra mente como mucho más brillante y memorable de lo que en realidad fue. También pasa con los libros favoritos, aquellos que leímos hace muchos años (como es mi caso con este libro) y de los que seguimos guardando un buen recuerdo, pero con los que luego, al hacer relectura, nos llevamos una decepción.
El segundo fragmento me gusta, por la apología que hace de los inventores, de los inconformistas, de aquellos que no se quedan sentados esperando que algún día todo cambie, sino que se levantan para cambiar el mundo a su antojo. Como aquellos escritores que se atreven a romper las reglas establecidas, a innovar y a escribir cosas que puede que no gusten a todo el mundo, cuyos libros no vayan a convertirse en best-sellers, pero que, de algún modo, cambian la forma de leer el mundo.
El tercer fragmento no solo me enamora por lo bien escrito que está, sino también por la fantástica reflexión que hace en torno al tiempo y a su naturaleza. Hoy en día creo que somos demasiado esclavos de él, lo controlamos todo al minuto...sin darnos cuenta de que son los relojes los que nos controlan a nosotros.
El último fragmento, me recuerda mucho a una frase de Kafka que viene a decir lo mismo. No puedo añadir nada más, pues estoy completamente de acuerdo. Con esto no quiero decir que no defiendo la lectura por placer, por simple entretenimiento, pero como lectora, no sé vosotros, pero yo busco libros que me remuevan por dentro, que me marquen a fuego y que cambien mi forma de ver el mundo que me rodea.
Y eso es todo por hoy, espero haber convencido para empezar a leer este libro ya mismo. ¿Cuál de los fragmentos os ha gustado más? ¿Estáis de acuerdo con todos? ¿Cuál fue el último libro que os removió por dentro?