Revista Cultura y Ocio
«Todo cuanto vivimos nos acompaña para siempre. Somos como una bola de nieve rodando la pendiente de una montaña; con cada vuelta, nuestro contorno va engrosando y cada una de las capas de nieve permanece para siempre en el lugar donde se adhirió. La nieve reciente parece limpiar y borrar la anterior, pero tan sólo la oculta.»
«Todos escondemos varios espíritus en nuestro interior. Cierto que pocas veces permitimos asomar a ninguno de ellos y nos conformamos con el más cómodo, o el más adecuado, o aquel que los otros esperan y desean ver. Pocas veces permitimos aparecer a quien realmente deseamos y dejamos que ese que los demás han visto y nos devuelven en sus miradas permanezca como dueño de todos los demás. Contradecir la mirada de otros es, tal vez, la más dura de las batallas.»
Hoy os traigo dos fragmentos de una novela llena de reflexiones, Los tres secretos del samurai. Lo leí hace tiempo, pero guardo un buen recuerdo de él. La trama estaba algo falta de acción, pero la maravillosa ambientación oriental y los personajes llenos de matices y profundidad merecen mucho la pena. Además, el libro está muy bellamente escrito, así que no sé a qué estáis esperando. Os animo a darle un vistazo a la reseña para saber más, haciendo click aquí.
En cuanto a las citas, la primera me parece una comparación preciosa, muy al estilo de la novela. Somos la suma de lo que hemos vivido. De todas las veces que nos hemos caído y vuelto a levantarnos. De todos los libros leídos, todas las películas que hemos visto. Por eso, hay que tener en cuenta que nada desaparece, por muchas capas de nieve limpia intenten encubrirlo. Siempre recordaremos aquella primera vez que nos rompieron el corazón, el primer libro de nuestro género favorito que leímos, esa ilusión y fe en el mundo que teníamos de niños, esa vez que nos compartamos de forma injusta con otra persona. Por muchas otras experiencias que vivamos, los recuerdos de lo que hemos sido y aún somos no desaparecerán.
Sobre la segunda cita, ya he hablado de ello en otras ocasiones el miedo que tenemos de mostrar cómo somos realmente, y sobre todo, de enfrentarnos a la mirada de los demás y decepcionarles. El miedo a mostrarse débil, sentimental, atrevido. A expresar una idea "que no es propia de ti". El miedo a mostrarles que no eres una, sino un prisma de múltiples rostros. Y me quedo con la última afirmación: sin duda atreverse a mostrarse cómo somos, contradiciendo la idea preconcebida que se tiene de nosotros, es muy difícil.
Y vosotros, ¿qué opináis? ¿Os han gustado los fragmentos? ¿Conocíais el libro? ¿Os habéis atrevido alguna vez a mostrar quienes sois ante gente que piensa que sois de otra forma? Nos leemos en los comentarios.