Revista Cultura y Ocio
"No es el rostro, sino sus expresiones. No es la voz, sino lo que dices. No es cómo te sienta el cuerpo, sino las cosas que haces con él. Eres tú la que es hermosa"
¡Hola a todos! Hoy vengo con otra de mis citas favoritas. Es del libro The host, de Stephenie Meyer. Fue un libro que me pareció muy interesante porque pese a tratar sobre una invasión extraterrestre, los extraterrestres son atípicos: son buenos y pacíficos (dentro de lo que cabe) y se pueden comprender sus acciones. Además, plantea unos personajes muy interesantes, que son solo mente. Y es que uno de los extraterrestres, Wanda, se mete dentro del cuerpo de Melanie y tienen que convivir ambas consciencias en un mismo cuerpo, por lo que es muy importante la caracterización de su personalidad para diferenciarlas. En ese aspecto, me gustó mucho la novela, porque la caracterización estaba bien trabajada, pero por otro lado, el triángulo amoroso que se forma ahí, pese a tener potencial, le falta profundidad y no me terminó de convencer. Pero la idea es buena, y por ese desarrollo de personajes me gustó más la novela que la película.
Me parece muy interesante el tema de que un personaje sea solo personalidad y no tenga físico, porque creo que es algo que falta mucho en la literatura: que los personajes se enamoren de la personalidad de la otra persona y no tanto por su aspecto. Sin duda, hay muchos romances en los que personajes se atraen por su personalidad, no hay duda de que si fuera solo por el aspecto no nos convencería como lectores, pero el físico siempre juega un papel importante. Por ejemplo, en la mayoría de los libros, en el primer encuentro, lo primero que se hace es describir el aspecto físico. Que sí, que en parte tiene sentido, porque es lo primero que se ve, pero me cansa que siempre se remarque eso, incluso cuando los personajes ya se han visto más de una vez. O la típica escena del baile en el que la chica baja por las escaleras (¿por qué todas las casas tienen escaleras y las chicas siempre tienen su habitación arriba?) y de repente se vuelve preciosa. Eh....no.
Eso es algo que me gustó de El imperio final o Elantris. En el primer caso, nunca se nos describe el aspecto de los personajes y pocas veces el narrador o los protagonistas alaban el físico del otro, sino que claramente se enamoran por sus acciones. En el caso de Elantris, el romance se da sin que los personajes se vean físicamente, algo que en una novela de fantasía me parece complicado.
Por eso, estos libros en los que los personajes no tienen cuerpo me parecen muy interesantes. Otros por este estilo son Lo que queda de mí, un mundo en el que todo el mundo tiene un hermano o hermana gemela que convive en un mismo cuerpo (pero la caracterización de voces no me pareció muy trabajada) o Cada día, de David Levithan, donde el protagonista tiene un cuerpo diferente cada día (el romance no me convenció, a ver qué tal la película que estrenan dentro de poco). Y aquí podríamos añadir también algunas novelas epistolares, como Contra el viento del norte (aunque aquí me falla que el escrito solo refleja cómo quiere mostrarse la otra persona, no cómo es).
Y bueno, voy a parar aquí que sino me extiendo hasta el infinito. ¿Qué opináis vosotros? ¿Os gusta la frase? ¿Qué novelas conocéis en las que los personajes se enamoren principalmente por la personalidad? ¿Sabéis más ejemplos de novelas en la que la el protagonista no tenga cuerpo?