Revista Opinión

Freaks, la parada de los monstruos (o con los monstruos).

Publicado el 16 enero 2018 por Emethgolem @NombredeIsrael

La Parada de los Monstruos (“Freaks”, su titulo original en inglés) es una desasosegante película de 1931 que transcurre en un circo ambulante formado mayoritariamente por personas con algún tipo de deformidad en donde una bella trapecista seduce y engaña a un enano para hacerse con su herencia y disfrutarla con su amante, el hombre forzudo.

No voy a desvelar su desenlace por si alguien decide verla, pero baste decir no termina precisamente como la bella trapecista hubiera querido que terminase. “Freaks”  hoy en día es una película de culto que da origen a un genero cinematográfico y que, por supuesto, recomiendo verla.

Freaks, la parada de los monstruos (o con los monstruos).

La misma sensación de desasosiego me produce el último capitulo de injerencia en asuntos que no son de su incumbencia de unos políticos españoles de segunda división parlamentaria.

Un atribulado viaje de unos “estadistas” españoles (de diferentes fuerzas políticas) en horas bajas buscando notoriedad, sentirse solidarios y hacerse alguna “fotito” para demostrar lo humanitarios que son y lo mucho que les importan los desfavorecidos y los presuntos inocentes; todos ellos unidos únicamente por su sectarismo y desconocimiento del conflicto árabe israelí.

Freaks, la parada de los monstruos (o con los monstruos).

Para ello, los defenestrados (dentro de sus propias formaciones políticas) Soraya Rodriguez (organizadora de esta charada) y Pablo Bustinduy,  (acomodado hijo de una ex ministra de lo que, él mismo, llama “casta política” sin que ello le impida militar en una organización de izquierda radical), acompañados de otros políticos menos conocidos en el papel de palmeros, han decidido montar el enésimo viaje a Israel y los territorios en disputa para sollozar y condenar la efectividad del muro defensivo (valla o cerca) y los “check points”, elementos puramente defensivos que “solo” salvan vidas de judíos inocentes; bramar por la detención de la fanatizada y adoctrinada Ahed Tamimi (detenida por agredir y acosar cobardemente y amparada en su condición de adolescente femenina a soldados israelies), hacerse penosas fotografías con el progenitor de la anterior, Bassem Tamimi, líder del famoso clan Tamimi (formado por orgullosos antisemitas, denostados predicadores del odio y la violencia, y afamados terroristas y asesinos),  y  para sollozar por el legítimo bloqueo humanitario que se aplica a Gaza donde incluso construyen hoteles de cinco estrellas, hay restaurantes de lujo, exposiciones tecnológicas y más universidades que en la prospera Comunidad Autónoma de las Islas Baleares en España.

En fin, un viaje innecesario para escenificar la consabida panoplia “humanitaria” cuyo objetivo inconfeso es la simple y llana critica y la  subsiguiente des-legitimación del estado de Israel por cometer, a ojos de algunos, el terrible “delito” de defenderse de las agresiones del ente palestino y del exterminio confeso que pretenden algunos líderes palestinos.

Lo que estos prescindibles políticos no harán, ni se espera que lo hagan (todo hay que decirlo), es pedirles cuentas al ente palestino, exigirles que convoquen elecciones libres, exigirles libertad culto en Gaza (donde pretenden entrar), pedirles libertad de expresión y de prensa, pedirles que eliminen la legislación palestina que permite detenciones arbitrarias, pedirles igualdad para la mujer, exigir respeto a los derechos de los homosexuales, solicitar a los genocidas de Gaza que eliminen la pena de muerte, exigir que dejen de lanzar misiles indiscriminadamente (crimen de guerra) contra Israel, que dejen de intentar secuestrar israelíes, que devuelvan los restos de israelíes que tienen en su poder para que sus familiares puedan darles un entierro digno, pedirles que dejen de construir sus famosos túneles de la muerte que se adentran en territorio de Israel, pedirle al ente palestino que proteja los lugares sagrados judíos en las zonas que administra, exigirles protección para los judíos que osan visitarlos, permitir el acceso a lo judíos libremente a esos lugares de culto (empezando por el Monte del Templo), y, en definitiva, exigir a los representantes palestinos que los judíos que osan vivir en Judea y Samaria en virtud de los Acuerdos de Oslo no sean vilmente asesinados, exigirles a los líderes palestinos que reconozcan (y lo demuestren) de una vez por todas el derecho a existir de Israel en los mismos términos que fijo la ONU, etc, etc,

Y es que si a estos personajes les importara lo más mínimo los derechos y bienestar del pueblo palestino no irían a Israel, sino a Siria o al Líbano donde su vida vale menos que nada.

Eso sí, paradas con algún monstruo, como Bassem Tamimi, ya llevan alguna.


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