El gobierno desea continuar con la expansión por el espacio. La raza humana necesita a Venus, un planeta virgen, nuevo e intacto. Venus es una zona salvaje, precisa de conocimiento y coraje para poder dominarlo; se proyecta enviar un arca para mil ochocientos hombres y mujeres con todo lo necesario para convertir el nuevo mundo en un nuevo hogar. Venus significa futuro, riqueza, materias primas, minas, turismo, negocios. La conquista de Venus obliga a un esfuerzo tecnológico, logístico e industrial sin precedentes, un sacrificio nacional histórico. Pero… ¿quién quiere viajar a millones de kilómetros para pasarse el resto de su vida metido en una cabaña de latón?, ¿quién desea convertirse en un trabajador de una empresa multinacional a la que debe todos sus derechos? La idea de instalar una colonia en Venus genera dudas entre los potenciales colonos y está dominada por un cierto derrotismo. Solución: se contrata a una compañía de publicidad que revierta la situación.
Venus es el producto a vender, la marca de un plan propagandístico. Se estudian las colonias conocidas: clase de individuos que viven allí, densidad de población, distribución de grupos, conflictos sociales, grado de satisfacción, salud, ingresos, índices de mortalidad y sus causas, etc. se analizan, se extraen conclusiones para saber que programa hay que ofrecer y se establecen estrategias. Después se inyectan imágenes, sonidos, olores, gustos, texturas, vender el producto como quien inyecta una droga; y sobre todo palabras, las palabras son más eficaces, palabras que entusiasmen, que deleiten, que hagan soñar con viajes exóticos, extraordinarios, misteriosos, con espacios ilimitados, con mundos maravillosos. Palabras de deseos y esperanzas, palabras que realcen, glorifiquen y prestigien la decisión de ir a Venus. Los poetas son redactores de publicidad. Hermosos fragmentos líricos que sacudan los corazones y las almas de los humildes consumidores, cuanto más simples y menos se cuestionen la oferta mejor para los beneficios.
"Éramos gente común. Nos gustaba la Tierra. Nos gustaban los placeres terrestres. Pero eso no nos bastaba. Queríamos ver nuevos mundos, conocer cosas nuevas… Estamos muertos, pero hemos visto mundos lejanos y hemos aprendido cosas nuevas. No nos tengan compasión".