La verdad es que dependiendo de las personas y de los tatuajes hay distintas concepciones. Los hay simples, pequeños o sutiles, pero también los hay complicados, grandes o extravagantes y muchas veces juzgamos en base a ello.
Esto les pasa mucho a las personas que han cometido delitos y que han ido a prisión. Personas que por su situación determinada han decidido tatuarse un dibujo o una palabra que no inspira mucha confianza en la sociedad y que de una forma u otra les acaba condicionando una vez están en libertad.Para evitar que ese sea el caso y para darles a estas personas la oportunidad de mejorar la impresión que causan, en Polonia se ha creado una campaña a través de la cual modifican los tatuajes de algunas ex-convictas, quienes se sienten enormemente agradecidas porque lo ven como una gran oportunidad.
Os dejo el vídeo de la original campaña que han realizado. Una causa que a mí jamás se me habría ocurrido.