A veces lo que apetece realmente es quedarse en casa, haciendo algo o simplemente sentarse a mirar las musarañas. Puede sonar aburrido pero también tenemos un amplio abanico de opciones, sólo tenemos que echarle imaginación y contar con la primera y única regla: hacer lo que queramos, solos o en compañía, todo vale.
Dar rienda suelta a nuestras habilidades culinarias o artísticas, una buena maratón de cine, ponernos al día con la lectura echando una vista atrás en el tiempo, reír a carcajadas y buscar ese ansiado relax. ¿Qué más se os ocurre? El día que tú no ardas de amor, muchos morirán de frío. (François Mauriac) xoxoNerea.