Aunque breve, la biografía escrita por Marcela Altamirano combina magistralmente el ensayo, las cartas y las reproducciones de cuadros de la artista. Frida Kahlo tuvo una vida llena de avatares a los que supo sobreponerse. De pequeña sufrió polio, lo que le restó movilidad en una pierna. Pero el fatal accidente que la dejaría postrada en cama varios años se produjo en el tranvía, cuando la barra la atravesó la cadera.
A pesar de las múltiples operaciones a las que se vio sometida, y al hecho de tener que llevar corsés durante gran parte de su vida, Frida Kahlo fue una mujer vitalista, orgullosa de su herencia mexicana y que plasmó en sus cuadros todo su dolor. Otro de los “accidentes” de su vida, como ella lo llamaba, fue su matrimonio con Diego Rivera, el famoso muralista mexicano, quien la engañaría y la sería infiel con otras mujeres.
Frida se vengó manteniendo relaciones con otros hombres, otras mujeres e incluso con Trostky, quien estuvo exiliado en México. Defensora a ultranza del comunismo junto a Diego Rivera, el matrimonio no vaciló en hacer todo lo que estuviera en su mano para que el líder político fuera acogido en el país.
También se narra su estancia en Estados Unidos, donde Frida desarrolló gran parte de su obra. Pero México siempre la tiraba y terminaron regresando, aunque su amor cada vez estaba más resentido a causa de las infidelidades de Diego. En vida gozó de bastante notoriedad y su obra fue expuesta en París, ciudad a la que admiraba. Frida moriría finalmente por una bronconeumonía, pasando a ser considerada una figura de la cultura mexicana, tanto por su pintura como por su enorme vitalidad y su mirar de frente a la adversidad.
Una breve nota sobre el libro: tal vez ya esté descatalogado, ya que data de 2004. En todo caso, si os interesa la figura de esta increíble pintora, os recomiendo Frida: Una biografía de Hayden Herrera, que es una de las más completas.
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