Laura es una popular joven que tiene una vida perfecta y que es admirada socialmente por sus amistades y gente cercana. Todo se vendrá abajo cuando una chica con la que comparte clase en la universidad le pida amistad en Facebook.
Poco hay que contar sobre Friend Request (también conocida como Unfriend y Unknown error), película de terror de nacionalidad alemana pero rodada en inglés con actores americanos. Estamos ante una cinta que remite en su premisa a Eliminado (Unfriended, 2014), aunque mientras que en aquella se nos mostraba toda la acción a través de pantallas de ordenador, esta vez se ha optado por un rodaje convencional con resultados mucho menos estimulantes.
"Friend request" es víctima de su propia mediocridad y de una alarmante falta de imaginación. Una vez más vamos a encontrar un cliché tras otro, un susto fácil tras otro, una mala interpretación tras otra. El guión no se molesta en guardar un mínimo de coherencia, y seremos testigos de un puñado de momentos bochornosos que suceden sin ningún tipo de justificación. Esto ya de por sí es malo, pero se hubiera podido arreglar en parte dándole a la película un tono sarcástico o autoconsciente. Pero no es el caso, y todo va derivando sin ningún tipo de sorpresa ni originalidad, siguiendo un patrón estándar y totalmente previsible. El ritmo casi telefílmico y un metraje demasiado alargado ponen los últimos clavos en el ataúd de esta producción tan aburrida como olvidable.
El cupo del reparto lo llenan rostros jóvenes totalmente desconocidos para mí, asiduos de series televisivas que ni sigo ni seguiré. Por tanto, también el nivel es bastante pobre en este sentido. Posiblemente, lo más curioso de todo lo encontramos en el director, el alemán Simon Verhoeven. El apellido os sonará, pero más aún si os digo que se trata del nieto del director Paul Verhoeven. Sin embargo, hay trampa ya que el Paul Verhoeven al que nos referimos no es el célebre holandés autor de cosas como Robocop, Starship Troopers o Desafío Total, sino que se trata de un director alemán fallecido en 1975 con el que comparte nombre.
Sin más, nos encontramos ante un producto a evitar que intenta dar una lectura negativa de las redes sociales y la adicción a internet, pero que lo hace de un modo zafio, aburrido y sin ningún tipo de chispa.
Mi nota: 1