Revista Educación

Frikimedicina volumen 29: la bestia interior.

Por Ter0n
Frikimedicina volumen 29: la bestia interior. ¿Tú también estás hasta las narices de muertos vivientes y vampiros? Este jalogüín se ha puesto de moda la necrofilia más descarnada, con vampiros supermaquillados y humanoides putrefactos infestando las calles. Poca gente se acuerda de otro clásico, el hombre lobo.
Quizás el hombre lobo sea la clase de "hombre-bestia" más extendida en nuestro medio. Cuando un hombre lobo, o licántropo, te muerde no pasa nada. Sin embargo, al llegar la luna llena te transformas en un bicharraco sediento de sangre y sin capacidad de raciocinio. En ese estado tienes la mente de un animal y puedes devorar y destruir granjas enteras sin enterarte de nada. A la mañana siguiente despiertas con la ropa destrozada, en un lugar desconocido y sin saber qué has hecho.
El origen del mito es antiguo y bastante universal. Incluso en España tenemos a Manuel Blanco Rosamanta de "hombre lobo patrio". Como suele pasar en el imaginario popular, la jugosa mezcla entre los ciclos lunares (siempre relacionados a los ciclos de fertilidad femeninos), la visceralidad de la bestia interior (superando el criterio místico-religioso de la época) y un enemigo natural que diezmaba rebaños y mataba inocentes, pudieron conjurar el inicio de la tradición.
¿En qué patología se puede haber basado el mito? Hoy en día las dos patologías más aceptadas para explicar el posible origen son la hipertricosis y la rabia.
En la Roma clásica y en el marco de la Iglesia Católica la ausencia de vello facial era un símbolo de progreso y adelanto cultural. Igual que hoy en día, donde muchas mujeres buscan hombres-nenuco, el pelo era un símbolo de retroceso y arcaicismo. Imaginad al pobre paciente de hipertricosis, siendo señalado por la sociedad como diferente y haciéndolo un marginado a ojos de la misma. Al igual que en otras enfermedades dermatológicas, lo obligarían a abandonar la aldea y a vivir en el monte. Y cuando se perdiera un viajero, matasen una res o desapareciera la hija pequeña de una familia, ¿a quién echarle la culpa? Exacto, al que vive solo y es diferente.
La rabia suele ser la opción más extendida para explicar el origen del hombre lobo. El mamífero infectado te muerde, durante un tiempo permaneces sin alteraciones visibles y luego comienzan a aparecer los síntomas. La clínica de la rabia tarda bastante en surgir, y se afecta mayormente el sistema nervioso central aumentando la agresividad del individuo, con hiperactividad, ansiedad, tendencia violenta, etc.
Resumiendo las fases de la rabia, nos quedaría una primera fase asintomática, la segunda inespecífica, una tercera agresiva y la cuarta comatosa. A la fase comatosa debemos añadir un comentario: antiguamente era difícil poder confirmar la muerte, e incluso hoy en día suele haber uno o dos casos anuales en donde se firma excesivamente pronto el parte de defunción. Muchos de los pacientes afectados de rabia eran enterrados prácticamente vivos. Al hacer la exhumación posterior, esos pacientes mostraban signos de crecimientos de vello facial o de uñas. La gente se asustaba y volvían a enterrarlos.
El tratamiento de la hipertricosis ha mejorado mucho en los últimos años, aunque la rabia continúa siendo mortal en caso de no suministrar la vacuna a tiempo. El mito, en cambio, permanece y cada día se hace más fuerte.
¡Que paséis una feliz noche de brujas!

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