Durante este artículo analizaremos la primera temporada de una de las series que marcó una época entre las producciones de ciencia ficción (o no tan ficción), Fringe. Una serie que comenzó a emitirse en 2008 y acabó en 2013, tras cinco temporadas en nuestros televisores.
Pues bien, Fringe narra la historia de un mundo mucho avanzado científicamente que en el que vivimos actualmente, con unos avances científicos que pueden realizar experimentos y crear situaciones que nosotros, hoy en día, ni nos imaginamos. Así pues, los capítulos se articulan en torno a tres grandes personajes: El doctor Walter Bishop protagonizado por John Noble, la agente del FBI Olivia Dunham cuyo papel realiza la actriz Anna Torv y el actor Joshua Jackson en la carne de Peter Bishop. De este modo, Walter Bishop es un importante científico, cuya función principal, en su juventud, se centraba en demostrar la existencia de universos paralelos, e intentar acceder a ellos (la razón por la que hace esto no la voy a explicar porque os desangraría gran parte de la intriga de la serie).
Así pues, la trama de la serie se dividirá en dos partes claramente diferenciadas. Por un lado están los casos científicos que aparecen en cada capítulo y que resultan diferentes en cada uno de ellos. Estos casos, o experimentos científicos, no se sabe, al principio, quien los realizan. Sin embargo, van dirigidos contra la población, están encaminados a causar daño a seres humanos y por ello el FBI comienza a investigarlos. Y como son casos excepcionales buscan a uno de los mejores científicos del planeta, y ese es Walter Bishop. Científico e investigador que se pasó parte de su juventud intentado demostrar la existencia de universos paralelos y buscando la forma de acceder a ellos (aquí no os voy a contar el porqué de esta situación debido a que os desangraría una parte primordial de la trama de la serie). A pesar de ello, y del reto tan importante que supone el estudio y análisis de esos experimento Walter en un principio no acepta el trabajo. Por todo esto, la agente del FBI Olivia Dunham sabe de la existencia de un hijo de Walter (Peter Bishop) y lo busca, para que intente convencer a su padre de que acepte el trabajo. A partir de ahí, la trama comenzará a enredarse de manera considerable, mezclándose en cada capítulo, el supuesto del episodio correspondiente con el transcurso de la trama que se solapa en el tiempo y afecta a los tres principales protagonistas.
En definitiva, una primera temporada digna de admiración y que no decepcionará a los seguidores de los avances científicos y a los amantes de lo sobrenatural. Por ello, aconsejo a todas esas personas que no pierdan la oportunidad de ver esta gran serie.