Otra de nuestras grandes adquisiciones fue esta pequeña mesita de madera. Nuestra suerte en encontrar tesoros se acrecienta cuando lo que descubrimos está tan de moda como el mármol que forma el sobre del mueble.
Si bien las esquinas de las patas estaban adornadas con unos apliques de un material que parecía plástico, el labrado del mismo nos pareció muy a propósito para destacar.
Una buena capa de imprimación gris camufló por completo ese feo color rojizo del barniz.
Y tras una concienzuda aplicación de vela., con la intención de poder dejar a la vista algo de ese bonito color gris...
... procedimos a aplicar la pintura a la tiza en color Flor de Jazmín.
¡Y a envejecer con la lija se ha dicho!
El mármol se encontraba en muy buen estado, pero bastante sucio. Nos decidimos a probar este producto adquirido en la Feria de las Naciones de nuestra ciudad. ¡Quedó perfecto!
Y así quedó nuestro auxiliar, despues de una buena capa de cera tras la pintura, ¡listo para encontrar su rincón!
Junto a un buen sillón de lectura haría las delicias de cualquiera. Pero también como esquinera entre dos sofás, o incluso de mesa de centro de un pequeño salón. ¿Y de mesita de noche? Su pequeño tamaño la hace adaptable y muy apetecible.
Un nuevo trabajo que presentar en el blog de Marcela Cavaglieri y sus findes frugales.
¡Feliz fin de semana!