Revista Cine

From Up on Poppy Hill (Kokurikosaka kara), Japón 2011

Publicado el 20 enero 2012 por Cineinvisible @cineinvisib

El amor invade los estudios Ghibli. Por primera vez en su historia esta mítica productora, entre lo mejor de cine de animación, se aleja del terreno de la fantasía, la fábula y el cuento para adentrarse en una película realista, repleta de detalles íntimos y familiares, y en la que los dos protagonistas descubren una irresistible atracción, en medio de una sociedad en pleno cambio.

From Up on Poppy Hill (Kokurikosaka kara), Japón 2011
Y este cambio dejará un tanto perplejo al destinatario habitual del cine de este estudio. Un film destinado más para los adultos que para los niños (evidentemente, no se trata de porno duro) pero su lado casi documental, en cuanto a las tareas de la casa, un ligero discurso político, netamente favorable al respeto de las voces de la minoría, y un contexto histórico concreto, los años 60, puede que sí resulte un poco duro para el público infantil.

From Up on Poppy Hill (Kokurikosaka kara), Japón 2011
Gorō Miyazaki lo tenía difícil tras Cuentos de Terramar (2006). A su padre, Hayao Miyazaki, cofundador de Ghibli, no había gustado mucho su primer trabajo y, sin embargo, el director ha conseguido que escriba el guion y le ayude en su película. El resultado es una proeza estilística bañada por continuas referencias impresionistas y de una increíble belleza en el tratamiento de los paisajes.

From Up on Poppy Hill (Kokurikosaka kara), Japón 2011
Adaptada de un manga de los 80 de Tetsurō Sayama, ilustrado por Chizuru Takahashi, basado en una historia que el realizador conocía desde niño, la película narra el encuentro de una joven con su primer amor que, todos los días, iza dos banderas en lo alto de la colina de las amapolas (de ahí el título) donde vive con su familia, integrada solamente por mujeres, en memoria de su padre fallecido en la guerra contra la Corea (1950-1953).

From Up on Poppy Hill (Kokurikosaka kara), Japón 2011
Ambos estudiantes también lucharán para que el antiguo y destartalado edifico del colegio, que sirve para sus actividades extra-académicas, en especial la redacción del boletín del colegio, sea conservado. Lo que le permite al director analizar la paradoja de una sociedad japonesa que nunca ha olvidado el tenso debate entre tradición y modernidad de las distintas generaciones (incluso dentro del propio Ghibli).

From Up on Poppy Hill (Kokurikosaka kara), Japón 2011
Pero surge un obstáculo insuperable en el amor entre estos dos colegiales que pondrá en dificultad la continuidad de su naciente pasión. La solución, próximamente espero, en los cines, para ver el desenlace de la intriga y escuchar las maravillosas canciones que acompañan estas cuidadas imágenes.


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