Un fuego que no sé parar me consume
vomitando lenguas en mis umbrales,
incendiando de anhelos y torturas
que no descifran sus misterios,
que se desangran en los silencios.




Un fuego que no sé parar me consume
vomitando lenguas en mis umbrales,
incendiando de anhelos y torturas
que no descifran sus misterios,
que se desangran en los silencios.



