A Jos Stiglingh se le ocurrió una idea un tanto peculiar: volar su DJI Phantom 2 acompañado de una GoPro Hero 3 en pleno espectáculo de fuegos artificiales. La idea, aunque suena a suicida, ha conseguido uno de los vídeos más espectaculares que recordamos grabados con un drone, y lo mejor de todo es que el dispositivo no ha sufrido ningún daño por difícil que parezca. La escena se grabó en West Palm Beach, en Florida, y el vídeo final ha sido minuciosamente editado junto a una banda sonora de ópera que lo hace aún más épico. ¿Quieres verlo?.
Fuente: Engadget