Revista Espiritualidad

Fuentes de información sobre los presocráticos

Por Josep Pradas
Hay dos tipos de información referentes a los autores presocráticos; las citas directas y los testimonios o comentarios. Hay que tener en cuenta que, tratándose de estos autores tan lejanos en el tiempo, sus obras originales no ha sobrevivido, salvo por las citas de sus fragmentos que otros autores posteriores han mencionado, o por los testimonios o comentarios que han dejado.El tratamiento de las diversas fuentes de información sobre los presocráticos (y los filósofos griegos y antiguos en general) conlleva una cierta complicación lingüística: bajo las palabras usadas (y traducidas e interpretadas) originariamente, hay unos presupuestos de significación que no siempre se mantienen en una lengua o en la lengua de traducción. Así, se trata de conocer os presupuestos de que partían los filósofos griegos en tanto que griegos, que son tan diferentes de los nuestros a pesar de la influencia griega sobre nuestra cultura. Como dice Guthrie, hay dificultades para traducir todos los sentidos implícitos (intencionales) en los vocablos griegos, en ocasiones ajenos a los sentidos implícitos de los vocablos traducidos (supuestos previos que los griegos admitían tácitamente, lo mismo que nosotros admitimos hoy la reglas consagradas de la lógica o la rotación de la tierra, de la que no poseemos experiencia directa) y es necesario explicar tales diferencias para no errar en la interpretación del pensamiento griego (Guthrie, Los filósofos griegos. Madrid, FCE, 1985, pág. 10).En este sentido, Guthrie analiza algunos de esos conceptos clave, como el de justicia (dike). Esta palabra riega suele traducirse por justicia, pero tiene otros sentidos, como “lo que se espera de una persona”, “lo normal”, “el camino habitual de las cosas”, o “el proceso normal de los acontecimientos”, de una enfermedad, por ejemplo. Esta palabra sufre, ya en tiempos de Platón, una revisión semántica en La República, donde Platón acepta la siguiente definición: “el estado del hombre que sigue la dike, no significa otra cosa que ocuparse de sus propios asuntos, haciendo cada uno lo que debe hacer y según el modo como debe hacerlo,sin mezclarse en las maneras de proceder de otras personas ni tratar de hacer por ellas las tareas que les corresponden”, que es una nueva definición de justicia que a la vez recupera parte del significado primitivo, arcaico, un “significado que tenía sus raíces en la distinción de clases de la antigua aristocracia homérica” (ibid., pág. 13).La idea es que los significados nuevos, los conceptos nuevos de los filósofos, en realidad se resienten de los significados anteriores, que los lastran; los conceptos no pueden adquirir el nuevo sentido dela nada, como si nada, sino que sentidos viejos y nuevos se mezclan en el discurso inconscientemente, sin que el autor pueda evitarlo.Otro vocablo analizado por Guthrie: areté, traducido convencionalmente como “virtud”. Nosotros entendemos este concepto en sentido absoluto, en sí mismo, como un sustantivo, pero los griegos sólo le daban un sentido relativo, es decir, referido a algún sustantivo: la areté de algo o de alguien, de los atletas, del zapatero, del gobernante. En este sentido, virtud es más bien habilidad, destreza, eficacia. Sólo cuando se usa sola significaba para ellos ”valor”, cuya connotación no corresponde exactamente a la idea virtud moral que hoy manejamos. Sin embargo, a partir de Sócrates, se habla de la areté anthropine, que conlleva un nuevo significado, el de la areté humana, la eficacia para la vida, la excelencia del hombre como tal, su función en sentido esencial.El vocablo theos también es analizado por Guthrie. En griego, theos es un predicativo: el amor es theos, por ejemplo, algo no humano, sobrehumano, algo que no alcanzamos a entender o a describir adecuadamente. En la tradición cristiana, theos ha pasado a ser sujeto: theos es amor. Cuando los filósofos griegos usan el vocablo theos hay que tener en cuenta esta condición original suya de predicativo (Guthrie, op. cit., págs. 15-20).Finalmente, el vocablo logos tiene sentidos muy complejos que se superponen y confunden, por lo que no se puede traducir a una sola palabra. El logos puede ser la palabra pronunciada, la verdad contenida en la palabra, la realidad que la palabra define, la razón misma (Guthrie, op. cit., pág. 20). Esta condición especial del logosinfluye sobremanera en la cuestión de la "conexión lógica-ontología", que se trata más adelante; éste es uno de esos presupuestos de la cultura griega, algo que los filósofos griegos admitían como válido sin cuestionar su fundamento ni sus orígenes míticos.

Citas directas

Los autores presocráticos se encuentran citados en autores que van desde Platón, en el siglo IV a. C., hasta Simplicio, en el siglo VI d. C., y también en algunos autores bizantinos tardíos, como Juan Tzetzes.La mayoría de las citas no están basadas en los originales, sino en sumarios, antologías y compendios conocidos ya de la época de Hipias, el primer doxógrafo (recopilador de opiniones) sistemático. Estas recopilaciones fueron producidas durante la época helenística y después de la fundación de Alejandría.La confianza que las citas pueden darnos depende de cada citador, y puede comprobarse haciendo referencias cruzadas. No obstante, esta cuestión está sometida al debate académico. En general, se tiene a Simplicio por el más fiel a los originales, y el más generoso en la extensión de sus textos citados; a Platón, en cambio, se le tiene por descuidado.A continuación mencionamos los autores más importantes como fuentes de citas directas de los presocráticos:
  • Platón. Importante en cuanto a testimonios y comentarios. Platón es el primer comentarista de los presocráticos. Su estilo es irónico e incluso humorístico. En sus obras hay abundantes referencias a Heráclito, Parménides y Empédocles. Hay valiosa información en el Fedón sobre las preocupaciones físicas en el siglo V.
  • Aristóteles fue el primer filósofo que compuso un intento serio de historiar la filosofía anterior a él.
  • Plutarco. Filósofo, historiador y ensayista del siglo II d. C. Prolífico citador, pero en algunos aspectos se le tiene por fabulador.
  • Sexto Empírico. Escéptico y físico del siglo II d. C. Cita las teorías de Enesidemo de Cnossos, helenístico, así como pasajes antiguos relativos a la debilidad de los sentidos para acceder al conocimiento.
  • Clemente de Alejandría, autor del Protéptico y los Stromateis (“misceláneas”).
  • Hipólito, teólogo del siglo III d. C., afincado en Roma. En su obra Refutaciones de todas las herejías, cita algunos fragmentos de Heráclito para usarlos como argumento.
  • Diógenes Laercio, doxógrafo del siglo III d. C. Es de gran interés su Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, donde cita fragmentos y biografías, basándose en fuentes helenísticas.
  • Juan Estobeo. Antologista del siglo V d. C. En su recopilación Antología cita fragmentos de carácter educativo de toda la literatura griega, sobre todod sentencias éticas. Los fragmentos presocráticos están en ocasiones alterados; abundan los de Demócrito. Sus fuentes fueron los manuales y compendios circulantes durante la época alejandrina.
  • Simplicio. Neoplatónico. En sus comentarios a Aristóteles cita largamente a los presocráticos, en particular a Parménides, Empédocles, Anaxágoras y Diógenes de Apolonia.
Otros autores de menor importancia en cuanto a citaciones: Filodemo, Marco Aurelio, Máximo de Tiro, Orígenes de Alejandría, Galeno, Estrabón, Ateneo el Antologista, Numenio, Plotino, Porfirio, Yámblico y Proclo.

Testimonios y comentarios

Referencias indirectas, testimoniales, o comentarios acerca de su vida, obra o pensamiento, críticos o no.A continuación mencionamos los autores más importantes al respecto:
  • Platón.
  • Aristóteles prestó mucha atención a sus antecesores, siendo, de hecho, el primer historiador de la filosofía. Las referencias más importantes están en el libro I de la Metafísica, y ocasionalmente en otros. La información es abundante, en ocasiones deformada, pero en general valiosa.
  • Eurípides y Aristófanes.
  • Teofrasto de Lesbos. Sucesor de Aristóteles en el Liceo, también escribió una historioa de la filosofía desde Tales hasta Platón, titulada Opiniones de los físicos, de la que sólo se conserva el último libro (sobre la sensación) y algunos párrafos del primero (sobre los principios materiales), copiados por Simplicio.
  • Doxógrafos helenísticos: Aecio, Diógenes Laercio, Soción, doxógrafos patrísiticos, Apolodoro de Alejandría, Plutarco, Estobeo (Antología), Varrón y Cicerón.
  • Ateneo de Neucratis, famoso por su Deipnosophistai (o El banquete de los sofistas), quince volúmenes de los cuales han sobrevivido diez, ricos en información sobre la cultura griega en general, y donde abundan referencias a los filósofos presocráticos. En esta obra hay referencias a las costumbres griegas, las artes, las ciencias y la vida cotidiana, la cocina y hasta el mobiliario doméstico. Cita, además, unos 27000 títulos de obras, y copia fragmentos de ellas.


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