Tengo que agradecer al PP que me trate tan bien, porque en más de una ocasión se me ha ocurrido inventarme algo esperpéntico del PP, que ellos han acabado haciendo o diciendo en serio, y ha vuelto a ocurrir.
Ayer aventuraba no solo en broma, sino de puro cachondeo que una buena solución para el juez Pablo Ruz y el PP, ante la aplastante evidencia, sería acusar de fraude fiscal al industrial que ejecutó las obras en la sede del PP por haber cobrado en B, y quedarse tan tranquilos en relación a posibles responsabilidades del PP, porque por el lado del pagador en B ya se acusaría a Luis Bárcenas, y prácticamente al mismo tiempo llegaba a los periódicos la noticia de que esa era exactamente la propuesta del juez.
El asunto es comprensible, porque partiendo de la base que desde Rajoy, Esperanza Aguirre, y Cospedal hasta el último mico del PP deben ser católicos, apostólicos, romanos y de la Obra (no la de la sede del PP sino la de Dios), es absolutamente natural que considerasen que unas importantes obras (casi 6 millones) en su sede, les salían por pocos céntimos gracias a la intervención de la Divina Providencia que les mandó a una cuadrilla de ángeles y arcángeles con apariencia de albañiles musulmanes marroquíes a ejecutar la obra, y por supuesto que ninguno de ellos sabía nada de los tejemanejes de Bárcenas, el enviado del diablo, de sus cuentas B, y por tanto el único precio que conocían eran los céntimos que pagaron por las obras en factura oficial.
Claro que a la empresa que efectuó las obras en la sede del PP también le queda el recurso de buscarse su Bárcenas que pague por todos ellos, pero no sé porque me da la impresión de que en aplicación del Real Principio que las leyes son iguales para todos los españoles, la jugada no les saldría igual de bien que al PP, porque una cosa son todos los españoles y otra cosa distinta es el PP.
En el PP Luis Bárcenas no era solo el tesorero sino, como diría Pep Guardiola, era sobre todo y sobre todos el Puto Amo, que tomaba todas las decisiones, desde las condiciones en que se aceptaban las ofrendas en billetes a las grandes obras de mejora, sin necesitar para nada ni precisar jamás no solo de autorización sino que podía decidir y ejecutar a sus anchas sin ni tan solo informar de nada a nadie. Y yo me lo creo, como me creo que Madrid es una ciudad sumergida en medio del Océano Pacífico, Don Pelayo era una cupletista famosa del período de la Gran Guerra, y el Chelsea es un satélite que da vueltas alrededor del palacio de Buckingham.
Creo que si en las próximas elecciones el PP obtiene un buen resultado, como parecen indicar las encuestas, los ciudadanos de este país tendremos una vez más lo que merecemos y nos podremos autocalificar de idiotas perdidos, porque queremos que nos gobierne el partido político más corrupto y más cínico de nuestra historia reciente. Y sobre nuestro sistema judicial, pues eso, los vertederos de basura huelen mucho mejor y contienen mucha menos porquería.