Mathieu acaba de abandonar un proyecto en el peor momento así que decide retirarse a un balneario apartado de París. Los días pasan sin mucho qué hacer hasta que recibe un mensaje de Alice...
Stéphane Brizé nos trae una historia que quizá ya la hemos visto pero contada desde una mirada que es una belleza. Con un ritmo pausado que se agradece para ir respirando y asimilando lo que Mathieu y Alice están sintiendo.
Alba Rohrwacher es sin duda un acierto en esta historia. De una naturalidad y delicadeza que trasciende. Y Guillaume Canet está también perfecto además de la buena química entre los dos. Hay escenas sublimes y qué dicen millones de cosas sin apenas decirlo...
Una película sobre la vida, el amor, descartar, seguir adelante, … Una belleza y ¡en francés!