Como todos los años en estas fechas se produce el pico de la migración de las aves marinas en el Cantábrico y el Atlántico gallego. Miles de aves de muchas especies, abandonan las zonas de cría en el norte de Europa para dirigirse hacia al sur, en un viaje que las llevará en algunos casos hasta las costas de África, mientras que otras se quedarán todo el invierno en nuestras aguas.
Quizás la especie más reconocible de este paso migratorio, tanto por su tamaño como por el color blanco intenso de los ejemplares adultos, sea el Alcatraz (Morus bassanus). Desde finales de agosto hasta principios de noviembre, los alcatraces pasan frente a nuestras costas, viajando escalonadamente según la edad de las aves. Los primeros suelen ser los ejemplares nacidos en el presente año y a medida que van pasando las semanas, la proporción de adultos respecto a las aves jóvenes e inmaduras se va incrementando paulatinamente.
Aunque se pueden ver alcatraces en migración durante prácticamente todo el verano y otoño, hay algunos días en los que se pueden llegar a alcanzar picos de más de 6000 o 7000 aves/hora, cuando el paso es continuo y constante.
Pardela sombría (Puffinus griseus)Pardela capirotada (Puffinus gravis)
Pero no todas las aves marinas que pasan estas fechas por nuestras costas son migrantes postnupciales, hay algunas, como las pardelas capirotadas y las pardelas sombrías, que realizan el viaje inverso y se dirigen hacia sus colonias de reproducción en el Atlántico sur, donde gigantescas colonias se agolpan en algunas islas del Atlántico sur, como en el Archipiélago de Tristan da Cunha.
Pero la migración no es igual de intensa durante todo el verano y el otoño. Si la situación es anticiclónica, las condiciones son propicias para la alimentación y las aves pueden permanecer varios días en el interior del Golfo de Bizkaia acumulando reservas para afrontar el viaje. Si las condiciones cambian y se producen frentes de bajas presiones, las aves abandonaran esas zonas para dirigirse al sur. Tras el paso de los frentes es normal que haya unos días de vientos de componente norte y noroeste, y es en esos momentos cuando el paso se intensifica y las aves pasan más cerca de la costa, donde les es menos costoso viajar, o sea, cuando el gasto energético de la migración es menor (os recomiendo visitar el blog Isocero, donde encontraréis mucha información sobre meteorología y migración)
Y estas condiciones se dieron durante el pasado fin de semana, cuando miles de aves pasaron frente a nuestras costas. Fue especialmente significativo el paso de Pardelas pichonetas (Puffinus puffinus) que resultó prácticamente continuo durante los días 9 y 10, llegándose a registrar desde Estaca de Bares más de 60.000 ejemplares en el día 9, además de 1 pardela chica, 1 Petrel gongon / freira, 1 Fulmar, 141 Charranes rosados, 2 Paíños de Wilson, 6 Gaviotas de Sabine, 67 Págalos raberos, 264 Págalos Pomarinos, 227 Págalos Parásitos, 243 Págalos grandes, 1511 charranes comunes/árticos, 712 charranes patinegros, 25 falaropos picogruesos, 27 pardelas capirotadas, 751 pardelas sombrías, además de otras especies (datos de Antonio Sandoval).
En Asturias, los números fueron más discretos, pero aún así se alcanzaron picos de más de 1000 pardelas pichonetas a la hora y totales de 8530 aves en 9 horas de observación (enlace Trekelen en Punta La Vaca, Luanco).
A continuación os dejo un vídeo grabado durante el pasado fin de semana donde se puede apreciar parte de esa migración.
Si tenéis oportunidad de acercaros durante estos días a alguno de los cabos del Cantábrico no perdáis la ocasión de llevar los prismáticos y mirar a la mar. Los próximos días los pronósticos parecen favorables así que aprovechad.