Fuerza de voluntad: cómo generarla y mantenerla

Por David Salinas @psicopositivo
¿Qué es lo más importante que hay que tener para hacer algo?
Hace poco vi un vídeo que me contestó a esta pregunta:

Lo más importante para hacer algo es querer hacer algo. Lo más importante para hacer algo es la fuerza de voluntad ("voluntad" procede del latín "voluntas-atis" que significa "querer"). Para hacer algo que es poco accesible de hacer, bien porque no sé y he de poner entonces en marcha un mecanismo de aprendizaje (aprender a tocar la guitarra), bien porque no me es accesible, y tengo que poner en marcha un mecanismo de acciones dirigidas a tener acceso a eso que quiero hacer (acciones encaminadas a encontrar trabajo, por ejemplo). Ciertamente, estar tirado en el sofá viendo un partido mientras con una mano me bebo una cerveza y con la otra me rasco los genitales puede considerarse "hacer algo", pero no necesita de mucha fuerza de voluntad (quizá de un poco para ir al súper a comprar la cerveza, pero no más).
Por tanto, lo primero que necesitaré para generar mi fuerza de voluntad, es querer hacer algo y, para ello, necesitaré saber qué quiero hacer, es decir, necesitaré saber qué me gusta hacer, qué actividades me provocan emociones positivas como orgullo, satisfacción o plenitud. Qué me empuja, qué me motiva, que me atrae a dejar el sofá (y el rascamiento de "genis") y perseguir eso que quiero hacer.
Lo segundo será saber si ese algo que quiero hacer, lo puedo hacer. Si tengo las habilidades y conocimientos necesarios o los puedo conseguir. Si no tengo brazos, es posible que pueda usar mis pies para tocar la guitarra, pero deberé tener oído también, conocimiento musical, cultura de la música... o bien desarrollar esas aptitudes. En definitiva, se trata de hacer un ajuste entre tu capacidad y la dificultad de la tarea, entre lo que puedes dar y lo que se te exige para darlo, y para ello el autoconocimiento es fundamental, conocer tus fortalezas y debilidades es lo que te permitirá plantearte una meta realista.
Lo tercero, olvidarte de la meta. Si quieres sacarle provecho a tu fuerza de voluntad y mantenerla de una forma constante, por el momento, olvídate de la meta. Porque la fuerza de voluntad es querer hacer algo, no querer conseguir algo. El fin de la fuerza de voluntad no es que toques como Jimi Hendrix sino aprender a tocar la guitarra, no es vender bestsellers sino escribir un libro, no es tener trabajo, es buscar trabajo. Por tanto, si quieres que tu fuerza de voluntad te empuje, si quieres que sirva, sustituye enseguida objetivos de resultados por objetivos de rendimiento: "mi objetivo es ponerme, hacerlo, cada día, dar lo mejor de mí, lo mejor que pueda. Mi objetivo no es perder 4 kilos en un mes, mi objetivo es hacer dieta y entrenar hoy, mi objetivo no es dejar de fumar, mi objetivo es terminar el día de hoy sin fumar un cigarrillo".
Y cuarto y último, recuerda la meta. Sí, sé que es contradictorio con lo anterior, pero es que dependiendo del momento en el que te encuentres, seguramente necesitarás recordarte a ti mismo por qué estás haciendo lo que estás haciendo. Y esto pasará porque aprender a tocar la guitarra no es divertido, lo divertido es tocarla y ver la cara que ponen los chicos. Lo divertido no es hacer dieta sino tener un cuerpo sanote y ver la cara que ponen las chicas. Para aprender o para llegar a lo que se quiere hacer hay que pasar por un proceso que puede ser lento, aburrido, frustrante... pero que con paciencia y dedicación se sobrelleva bien. Sin embargo, tu Ego o Autoconsciencia (identificación con tu mente) que siempre es tan alterable, tan susceptible, tan temeroso, al ver que te estás esforzando, interpretará ese esfuerzo como dolor, y dada su naturaleza hedónica y sobreprotectora, empezará a lanzarte mensajes de autoboicot para que abandones ese dolor: pensamientos negativos ("no puedes, no vales..."), excusas ("no merece la pena, realmente no quieres hacerlo, no es lo tuyo..."), distracciones ("¿no estarías mejor en el sofá viendo el partido y tomándote una cervecita?"). Y entonces, entonces sí, conviene recordarle a tu maldito "Ego-Mente", por qué narices estás haciendo lo que estás haciendo.
PORQUE QUIERES HACER ALGO
El lema de mi Gabinete Psicológico es "La felicidad no es lo que te pasa. Es lo que haces".
Que hagáis muchas cosas bonitas. Un abrazo.