El video tomado en los predios de una escuela publica en el que una jovencita golpea a otra persuadida por su hermana ha sido visto por miles de personas, y causó la indignación de muchos. El tema del “bullying” ha resurgido con más fuerza en nuestro país. El notorio caso se verá hoy en corte mientras las jovencitas agresoras aguardan en un centro de detención de jóvenes del área sur de Puerto Rico. Mi opinión es que estos casos de “bullying” están ocurriendo en nuestro país desde hace décadas, con la diferencia de que antes no se grababan en video y se subían a youtube.
En 1995 yo cursaba el décimo grado en una escuela publica en Puerto Rico. Recién llegada a una nueva escuela con los miedos que le provoca esa transición a un menor, viví una de las peores experiencias en mi vida. Un grupo de jovencitas se empeñó en decir que yo era una “come mierda” y cada vez que pasaban por mi lado me empujaban, me gritaban improperios y en una ocasión hasta me lanzaron el bulto desde el ultimo piso del edificio y con mi cara de avergonzada frente a la multitud de otros estudiantes tuve que bajar al sótano de la escuela a buscar mi bulto. No entendían porque no me aceptaban, y debió ser porque no había ninguna justificación para rechazarme.
Una mañana llego a la escuela y al salir de mi primera clase me estaban esperando las mismas 5 chicas que me acosaban. Entre las 5 me dieron una golpiza. Me defendí con uñas y dientes. Eran 5 golpeándome y hice lo mejor que pude. La intervención de una maestra fue mi salvación. Cuando la Directora escolar intervino en el asunto una de ella alegó que me golpearon porque yo era una “blanquita come mierda”.
La situación la resolvieron con una suspensión a las jóvenes que me agredieron y cuando regresaron de la suspensión continuaron su patrón de abuso, pero sin agredirme porque en la pelea les demostré que podía defenderme muy bien y ellas también salieron golpeadas. Mi intención en ningún momento fue ser una agresora, pero tuve que defenderme para no salir mal herida.
El año pasado, 18 años más tarde me encontré a la joven en un centro comercial. El momento me demostró que la rabia que me tenia aun no la ha superado.
El problema en estos casos es que Educación resuelve con suspender al estudiante, lo cual para un estudiante que no disfruta estudiar es un premio. Cuando un estudiante es un agresor y no se trabaja con esos patrones de conducta, lo van a seguir haciendo y probablemente desaté situaciones aun más graves fuera de la escuela.
¿Qué vamos a hacer si ese padre decide tomar la justicia en sus manos y agredir a la familia de esta joven? Recientemente se publicó un video de una pelea entre adultos en el Residencial Las Margaritas y el detonante fue una discusión entre niños. Los niveles de tolerancia están muy bajos y el comportamiento de los adultos lamentablemente lo imitan los niños. Aprenden tanto lo bueno como lo malo.
¡Basta ya de violencia! Esto no se resuelve deseando en que las jovencitas sean recibidas con una pela en el centro de detención “pa’ que aprendan”. Esto va mucho más allá que eso.
Yo por mi parte le enseño valores a mi hija. La enseño a respetar a los demás y a dar amor. Y tu, ¿Qué le estás enseñando a tus hijos?