Hace un par de días, el 3 de enero exactamente, la Corte Suprema publicaba en su web la ratificación de la sentencia a 25 años a Alberto Fujimori por crímenes de lesa humanidad y secuestro. Finalizaba con esto una de las etapas más oscuras de la vida republicana peruana.
Sin embargo sale su abogado defensor, el inefable y mediático César Nakazaki, a tratar de ensuciar la impecable sentencia aduciendo que está politizada y mediatizada (¿?) y que el Poder Judicial pretende destruir a su patrocinado el ex dictador Fujimori.
Irónicamente sale luego a decir que va a acudir al Tribunal Constitucional para buscar la nulidad del jucio y buscar la absolución del asesino convicto Fujimori, se olvidó el Doctor Nakazaki que en la época que gobernó su patrocinado el mencionado Tribunal fue objeto de persecusión para lograr que Fujimori pueda acceder a la re re elección (sí, así como lo lee, doblemente re elección).
Se olvida también Nakazaki que el Tribunal Constitucional no tiene la capacidad de absolver a nadie y que sólo puede revisar la validez del proceso y de la sentencia, pero ya a él se le ha sumado la no menos inefable Keiko Fujimori, hija del convicto quien pretende aspirar a la Presidencia del Perú y quien da muestras también de desconocer las capacidades y funciones de uno de los organismos más representantivos de nuestro País como lo es el Tribunal Constitucional.
Pero todo esto me parece un juego estratégico donde el abogadete Nakazaki y la hija de Fujimori, Keiko, están tratando de confundir a un electorado mayormente ignorante en este tipo de temas para luego argumentar, ante una eventual sentencia en contra del convicto Fujimori, una persecusión que sólo existe en sus mentes y en la de algunos fanáticos y que creen los va a beneficiar politicamente hablando.
Hay que tener mucho cuidado con las estrategias de estas personas que sólo buscan un interés propio y que han demostrado fehacientemente que el Perú no les importa para nada, hay que tener mucho cuidado con la retórica revanchista y de odio que están introduciendo en los sectores menos informados y que se constituye lamentablemente en la masa electoral que podría decidir una futura elección.
Definitivamente que la única opción de que Fujimori salga de la cárcel es por un indulto y este podría darse en un eventual gobierno de su hija que sólo ha demostrado querer ganar las elecciones para sacar a su padre de la cárcel, amor de hija que se ha pasado por debajo las verdaderas necesidades de nuestra población y demuestra, una vez más, que el Perú le importa un rábano.
Ojalá que la triste historia de finales de los 90′s no se vuelva a repetir nunca más y que comencemos a madurar y a informarnos, sólo estó nos va a ayudar a elegir mejores gobernantes y sólo así saldremos del hoyo del que tanto deseamos salir.