Por todos es sabida la gran importancia del páncreas para el correcto funcionamiento del cuerpo humano. En este artículo te damos a conocer en profundidad la función del páncreas y los problemas que pueden acarrear el incorrecto funcionamiento, o los malos hábitos adoptados por nuestra parte.
¿Qué es el páncreas?
Antes de empezar con cualquier otra cosa, es importante explicar debidamente qué es el páncreas, porque muchas personas no saben ni en qué parte del cuerpo se encuentra. Así que detengámonos un momento a hablar de él.
Lo primero que hay que decir del páncreas es que es un órgano que se encuentra en el abdomen. Su papel es actuar como mediador y regulador de la inmensa mayoría de los procesos vitales del organismo, tanto de forma directa como indirecta.
Por su capacidad secretora, se le considera un órgano glandular, y cumple con un doble papel. Por un lado, el sistema exocrino se encarga de secretar enzimas digestivas, mientras que el aparato endocrino se encarga de secretar hormonas que ayudan a regular el interior del organismo.
Este órgano tiene un tamaño de unos veinte centímetros en adultos, forma cónica, y cuatro partes bien diferenciadas, que son la cabeza, el cuello, el cuerpo y la cola. Junto al hígado y a la vesícula biliar, se encargan de organizar y regular los procesos digestivos y la obtención de nutrientes.
Función del páncreas
Ya hemos visto que el páncreas secreta enzimas digestivas y hormonas de regulación. Ahora, veamos un poco más en profundidad cuál es su funcionamiento y para qué sirven esas enzimas y esas hormonas.
Por la parte exocrina, podemos decir que se secretan diferentes enzimas digestivas, como la amilasa, la ribonucleasa, la lipasa u otras. Estas enzimas van al duodeno, situado en el intestino delgado, a través del conducto de Wirsung.
Una vez allí, se encargan de degradar las grasas, las proteínas y los carbohidratos para que el cuerpo pueda quedarse con los elementos nutritivos que necesita para mantener el metabolismo del cuerpo en condiciones óptimas.
Por lo tanto, puedes imaginar que dichas funciones exocrinas del páncreas son imprescindibles para el ser humano.
Después tenemos la parte endocrina, que secreta hormonas que son conducidas directamente al torrente sanguíneo. Las hormonas que secreta el páncreas son bastante conocidas, y entre ellas están la insulina o el glucagón, que permiten regular el nivel de azúcar en sangre.
Como seguramente ya sepas, el páncreas secreta la insulina cuando los niveles de glucosa en sangre son demasiado altos. Así, la insulina forma glucógeno, lo que permite rebajar el nivel de glucosa en la sangre.
Por su parte, el glucagón es secretado con el objetivo contrario. Es decir, su objetivo es degradar el glucógeno para que se forme glucosa y aumentar los niveles de azúcar en sangre. Como puedes ver, el páncreas juega un papel fundamental en la regulación de los niveles de azúcar en sangre, consiguiendo unos niveles estables y que permitan el buen funcionamiento del organismo.
Sin embargo, no son las únicas hormonas que se generan en el páncreas. También se secretan otras, como la somatosina (encargada de ayudar en la digestión), la grelina (que se encarga de que tengamos la sensación de hambre), y la gastrina (que produce todo tipo de ácidos estomacales).
Pese a encargarse de tantas funciones, lo cierto es que la forma de operar del páncreas es bastante sencilla. Simplemente, las células pancreáticas producen las moléculas que se secretarán, y que se depositarán en el conducto principal pancreático o en el torrente sanguíneo.
Que tenga un funcionamiento tan sencillo no siempre es positivo. Al tener un papel tan decisivo en el funcionamiento del organismo, pero un funcionamiento tan sencillo, cualquier problema relacionado con el mal funcionamiento del páncreas puede ser devastador.
Por supuesto, como en cualquier otro órgano del cuerpo, algunos de los problemas que pueden aparecer, pueden tener soluciones sencillas. Sin embargo, otros problemas pueden ser realmente graves y difíciles de resolver (en algunos casos, sin solución viable).
Posibles problemas de las funciones del páncreas
Ahora, veamos algunos de los problemas que pueden aparecer en el páncreas. Como ya has visto, el páncreas debe cuidarse, y no debe tomarse a la ligera, aunque no sea un órgano tan conocido como otros. Por lo tanto, conviene conocer cuáles son sus problemas frecuentes.
Aquí te menciono algunos de ellos, así como sus síntomas y algunos datos al respecto. No obstante, ten en cuenta que no son todos los problemas que se pueden padecer relacionados con el páncreas, y que no debes guiarte únicamente por esta información, sino que debes acudir al médico.
1. Pancreatitis aguda: La pancreatitis aguda puede llegar a ser mortal si no se trata de inmediato. Además, sus síntomas (muy dolorosos) se pueden confundir con la peritonitis, lo que hace que su diagnóstico sea bastante complicado.
2. Pancreatitis crónica: En la pancreatitis crónica, el páncreas se inflama a causa de una mala liberación de las enzimas que el propio páncreas genera. Esto suele conducir a diarreas y pérdida de peso.
3. Cáncer de páncreas: Sobre lo que es el cáncer, no creo que haya mucho que contar. Todos sabemos más o menos qué es y por qué se produce. Lo que hay que mencionar aquí es que el cáncer de páncreas es uno de los peores que puede sufrir el ser humano. A eso se le suma el hecho de que es difícil de detectar en etapas tempranas.
Algunos de los síntomas que aparecen son la coloración amarillenta de la piel, dolores en la espalda y el abdomen, y pérdida de peso. A esto se suma el problema de que no se pueden detectar tumores a través de exámenes rutinarios, sino que se necesitan escáneres.
Esto conduce a que se tarde bastante en detectar, y, a consecuencia de ello, se hace difícil de tratar. Como en los demás cánceres, se trata mediante radiación, quimioterapia y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas.
Huelga decir que hábitos como el tabaquismo o el consumo de alcohol son factores que contribuyen a que aparezca esta enfermedad (que es una de las principales causas de muerte en los países desarrollados).
4. Diabetes tipo I: Esta es una de las enfermedades más comunes de las que afectan al páncreas, y consiste en la incapacidad del páncreas de generar la insulina que necesita el organismo, lo que impide regular adecuadamente la glucosa en sangre, como hemos podido ver anteriormente.
Sin embargo, actualmente, las personas que padecen este tipo de diabetes pueden llevar una vida muy normal. Basta con controlar periódicamente sus niveles de glucosa en sangre e inyectarse, cuando sea necesario (y de forma diaria), dosis de insulina sintética.
5. Diabetes tipo II: La diabetes tipo II es parecida a la anterior. El organismo es capaz de generar insulina, pero no la segregan en las cantidades suficientes, de forma que se mantienen los desequilibrios de glucosa en sangre. Se trata de forma similar a la anterior.
6. Insulinoma: Un insulinoma es un tumor que se tiene en el páncreas y que produce una cantidad excesiva de insulina sin control. Es decir, puedes tener un buen nivel de glucosa en sangre (o demasiado bajo), y el páncreas seguir generando insulina.
Como puedes imaginar, esto conduce a que los niveles de glucosa en sangre sean siempre demasiado bajos, lo que implica una constante falta de energía, hambre, cansancio y ansiedad. Sin embargo, puede ir más allá, porque se puede sufrir un choque insulínico que, en casos extremos, puede llegar a causar la muerte.
7. Páncreas anular: El páncreas anular es una enfermedad congénita, que consiste en tener un anillo rodeando la unión entre el páncreas y el duodeno. Cuando este anillo se comprime, presiona el intestino delgado y da problemas en la correcta digestión (puesto que impide el paso de los alimentos por el intestino delgado.
Este anillo puede formarse por diferentes razones, pero la más habitual es que, durante el embarazo, haya un exceso de líquido amniótico. También es habitual en el cuadro sintomático de las personas que padecen Síndrome de Down.
8. Absceso pancreático: Se trata de una infección provocada por pseudoquistes pancreáticos (de los que hablaremos a continuación), y que causa dolor abdominal, falta de apetito, fiebre y náuseas. No tienen mayor complejidad porque se pueden drenar con pocas dificultades.
9. Pseudoquistes pancreáticos: Un pseudoquiste pancreático es un depósito de líquido abdominal, que, además, puede contener hormonas o enzimas generadas por el propio páncreas, así como sangre y parte del tejido pancreático. Normalmente, estos pseudoquistes aparecen tras haber sufrido una pancreatitis.
El síntoma más habitual es el dolor punzante, que suele extenderse hasta la espalda. Además, la digestión también se ve dificultada. Sin embargo, como en el caso anterior, no es un problema excesivamente grave, puesto que se pueden drenar sin dificultad.
10. Síndrome de Zollinger-Ellison: Este síndrome implica una generación excesiva de gastrina (una hormona que segrega el páncreas). La mayoría de las veces, esto se debe a la existencia de un gastrinoma, que es un pequeño tumor ubicado en el páncreas.
Hay que mencionar que estos pequeños tumores, suelen ser de tipo maligno, por lo que conviene tenerlos controlados y, en el caso de detectarlos, extirparlos a la mayor brevedad posible, para evitar que acaben desembocando en un cáncer pancreático.
Estos tumores se pueden desplazar a otros órganos, causando daños a nivel general. Por lo que respecta a los síntomas, son muy genéricos (diarreas, dolores abdominales, etc.), por lo que su detección se hace especialmente complicada.
11. Páncreas divisum: Este defecto congénito implica que algunas partes del páncreas no sean capaces de fusionarse. Es un problema bastante común. De hecho, se trata del problema congénito relacionado con el páncreas más habitual, y, en la mayoría de los casos, no implica ningún problema. Es normal padecerlo y que pase inadvertido.
Se desconoce la causa de este defecto congénito, pero se sabe que, durante el proceso de formación en el útero materno, lo normal es que el páncreas esté dividido y, posteriormente, se una. Esto no sucede en las personas que padecen páncreas divisum.
12. Macroamilasemia: Esta enfermedad es bastante rara, y es causada por la presencia de la macroamilasa en la sangre (la macroamilasa es una enzima que genera el páncreas). Se suele confundir con la pancreatitis aguda, pero, si se detecta, no entraña mayores problemas.
Así pues, solo nos queda afirmar que, en un órgano tan importante para el funcionamiento del organismo, como es el páncreas, existen una gran cantidad de afecciones que pueden generar problemas más o menos graves.
También hay que tener en cuenta que, como en otros casos, padecer una de estas dolencias y no tratarla puede acabar desembocando en dolencias y enfermedades más graves, por lo que conviene tener cuidado y prestar atención a los síntomas que se padecen.
Otro aspecto a tener en cuenta, después de haber visto todos los problemas anteriores, es que detectar este tipo de problemas suele ser bastante difícil y problemático, porque los síntomas se parecen mucho en las diferentes enfermedades, y no es fácil detectar problemas graves en exámenes rutinarios.
Como siempre, hay que tener cuidado con los hábitos que mantenemos para asegurarnos de que el páncreas está sano. Evitar el tabaquismo y el exceso del alcohol es de gran ayuda, y tener una dieta equilibrada contribuye a que el páncreas no sufra más de la cuenta y acabe desarrollando alguno de los problemas que hemos ido mencionado anteriormente.
Por último, conviene recordar que, a partir de cierta edad, el desgaste del organismo acaba conduciendo a que todos estemos en riesgo de sufrir enfermedades pancreáticas. Por ello, con el paso del tiempo, conviene que vayamos haciéndonos chequeos para evitar cualquier posible problema.
Como has podido ver en este artículo, el páncreas es un órgano muy importante a pesar de tener un funcionamiento sencillo. Existen una gran cantidad de enfermedades que pueden alterar la función del páncreas por lo que conviene tener hábitos saludables.