En los últimos años se viene produciendo un auge de los suplementos alimenticios y de las vitaminas. Son vendidos como si ayudaran a tener una salud mejor y para evitar contraer enfermedades. Sin embargo, gran parte de los estudios científicos no avalan estas afirmaciones e incluso en algunos casos apuntan a que pueden ser peligrosos.
Según una encuesta de 2018 de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) el 30% de los encuestados toman algún tipo de suplemento alimenticio. De ellos la mayoría tienen una dieta equilibrada, por lo que no los necesitan.
Los estudios no avalan que los suplementos alimenticios funcionen
Los mayores estudios científicos realizados en este tema no han avalado que las vitaminas funcionen para prevenir enfermedades. En varios estudios publicados en la revista Annals of Internal Medicine, realizados con miles de personas, no se obtiene ningún resultado positivo para ninguna enfermedad. Así, concluyen que el cáncer o los infartos no se previenen con suplementos alimenticios.
En un estudio reciente de la revista científica Journal of the American College of Cardiology se apunta a que el uso de estos suplementos minerales no tiene ningún efecto en su mayoría. En el estudio se investigaron varios tipos de suplementos. Los suplementos de multivitaminas, de vitaminas C y D, y de calcio son de los más usados, pero en ninguno de ellos se pudieron hallar resultados beneficiosos para la salud según la información recogida . En otros los resultados no eran concluyentes y en al menos dos de los suplementos investigados (niacina y antioxidantes) se halló un pequeño incremento en la posibilidad de muerte por cualquier causa.
Algunas vitaminas son peligrosas
En otros estudios, realizados por Bjelakovic G, Nikolova D y otros, se apunta incluso a la posibilidad de que la vitamina E y el betacaroteno puedan producir aumentos de mortalidad. Esto lo que viene a decir es que pueden llegar a matar.
Con todos estos datos en la mano, parece claro que la toma de suplementos minerales y vitaminas no debe hacerse de cualquier forma. Siempre debe hacerse con control médico y nunca por el llamado boca a boca. Es más, es la dieta la que debe aportar los minerales y vitaminas que el cuerpo necesita y tan sólo en ciertas situaciones el médico puede valorar la prescripción de ciertas vitaminas, como en el caso de embarazadas o tras un análisis de sangre que pueda ayudar a valorar si es necesario recomendar su ingesta.
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