Revista Libros

Funciones de la descripción

Publicado el 23 mayo 2016 por Monik Blanchett @MonMoniMonik

Anteriormente hablamos sobre el Decir vs Mostrar, una entrada basada sobretodo en la descripción y las escenas, así como en el Resumir vs Escenificar. Hoy, hablaremos de las funciones de dicha descripción.

Las funciones de la descripción:

  • Preparan al lector.
  • Caracterizan a los personajes.
  • Simbolizan una idea.
  • Son los elementos clave de una escena.
    • Acción.
    • Escenario.
    • Acción+Escenario = Atmósfera.

Cualquier escena ocurre en un escenario y por tanto es importante no olvidarse nunca de crear dicho escenario. Nuestra descripción debe tener valor más allá del ornamento y las frases biensonantes, ha de tener un objetivo.

Es bien sabido que hay una serie de descripciones que ponen al lector automáticamente en alerta y lo preparan, como la descripción de una noche tenebrosa, con un castillo negro al fondo de un bosque abandonado. El lector es capaz de visualizarlo al momento y la atmósfera en que lo sumergimos hará que, al presentarle a un asesino o incluso a un fantasma, el lector ya dé por hecho que tarde o temprano tendría que salir.

También es importante que creemos espacios significativos, como el lugar en el que viven los personajes o donde pasan el rato. Eso puede caracterizarlos mucho y es un buen método descriptivo, así como dichos objetos o elementos que aparecen de manera natural y dotados de verosimilitud (a esto se le denomina heiccidad). Por ejemplo, en la serie Friends, el Central Perk, el café donde se reúnen los protagonistas, está dotado de un sin fin de características y elementos que hacen brillar las personalidades de cada uno. Desde la zona de micro para la loca de Phoebe y sus canciones hasta el sillón de Joey, del que sólo se despega para caer en el de su casa.

¿Pero cómo construimos una escena?

La escena se compone de dos elementos básicos:

  • La acción.
    • Qué hacen, dicen o piensan los personajes en diferentes lugares, ambientes o frente a otros personajes y situaciones.
  • El escenario:
    • Dónde lo hacen.
      • Elementos fijos del escenario: paredes, puertas, mesas, ventanas…
      • Elementos variables: todos aquellos que cambian, que cambian de luz, de olor, de sonido, de temperatura… En definitiva, aquellos que crean atmósfera.
        • Por ejemplo, una vela. La última vela de la casa, consumiéndose. Puede apagarse su llama por un golpe de viento repentino o puede consumirse hasta ser apagada por la propia cera. La luz cambiará drásticamente a oscuridad o irá bajando en intensidad a medida que la perdamos.

En todo momento debemos de tener fijos en la cabeza todos estos elementos. No hace falta que salgan siempre, pero no debemos perderlos de vista y debemos utilizarlos regularmente para darles un aspecto natural y verosílim dentro de nuestro escenario.

Es importantísimo que sepas que las escenas tienen ritmo:

  • Lento:
    • Se escribe con frases largas y compuestas por subordinadas, repletas de comas y largas descripciones.
  • Rápido:
    • Frases cortas y coordinadas, con puntos seguidos y acciones correlativas.
    • Verbos de estado (correr, saltar, comer…)
    • Mucho uso de los sustantivos y los adjeticos.
    • Palabras que connotan rapidez.

Recuerda no hacerte pesado en las descripciones para no hacer creer al lector que está perdiendo su tiempo. Varía entre la acción y escenario para crear esa atmósfera perfecta que lo enganche desde el primer momento.

Saludos,

MonikBlanchett.

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