Fundido a negro
“Sus Majestades los Reyes inauguraron hoy la exposición por el 75 Aniversario de la Agencia EFE…“. Eso fue lo primero que escuchó el inspector Meléndez según entró al salón de la residencia. Al franquear la puerta, vio a dos ancianos idénticos, idénticamente enjutos, apoyados en bastones idénticos e idénticamente absorbidos por la imagen del Telediario.
Su acompañante, la directora Márquez, bajó la voz pero mantuvo el soniquete burocrático, esta vez loando las bondades del nuevo sistema de aire acondicionado. “Ha sido un cambio magnífico. Antes cuando llegaba el verano había días en los que que no podíamos sacar a los residentes de las habitaciones. Ahora en cambio, se puede estar aquí pero que muy a gusto”.
El inspector Meléndez, que ya había desconectado del todo, se puso a contar mentalmente el número de parpadeos por minuto de los gemelos, que le pareció asombrosamente bajo. Y la tele, a lo suyo: “En el parqué madrileño, la Comisión Nacional del Mercado de Valores decidió esta mañana suspender temporalmente la cotización de Endesa…“.
A media noticia, la directora Márquez se dio por fin cuenta de que estaba siendo ignorada y dejó de hablar de las instalaciones para pasar a hacerlo de los únicos ocupantes del sofá. Cuchicheando, acercó la boca al oído del inspector:
- Son Filípides y Temístocles, dos de nuestros residentes más veteranos. Como puede adivinar por el parecido físico, son hermanos.
- ¿Les pasa algo? Están que ni se mueven.
- ¡Qué va! Están mejor que usted y que yo. Lo que pasa es que idolatran a Ana Blanco. Cuando empiezan los informativos de La Primera no hay quien les dirija la palabra.
Como para darle la razón, en ese instante ambos se giraron al unísono y, con precisión coreográfica, se llevaron a la vez el índice a los labios. “¡Psssssssst!”, soltaron a coro. Y con la misma parsimonia y la misma coordinación, giraron de nuevo la cabeza hacia el televisor.
“El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, no podrá contar esta tarde con el francés Karim Benzemá, que se lesionó ayer en el amistoso que disputó con su selección nacional…“.
Temeroso de interrumpir de nuevo, el inspector Meléndez le hizo señas a la directora Márquez, invitándola a salir de nuevo al pasillo. Cuando estuvieron a una distancia prudencial, confesó:
- Usted perdone directora, pero es que me recuerdan a mis tíos paternos. También eran gemelos. E inseparables. Murieron con unas horas de diferencia, probablemente porque tampoco quisieron separarse en sus instantes finales. Me emociono solo de recordarlos.
- Es una historia entrañable, pero me temo que no es lo que parece. Filípides y Temístocles no se hablan. De hecho, sólo se juntan para ver el Telediario.
- ¿Y eso?
- A ver, no es que se lleven mal ni que se estén todo el día peleando. Simplemente no se dirigen la palabra desde hace dos años.
- Pero llevan aquí más tiempo, ¿no?.
- Sí, claro, entraron en 2004.
- ¿Y entonces, qué pasó?
- Pues que un día, Temístocles se levantó con el pie izquierdo y le sugirió a su hermano que por qué no probaban con las noticias de Matías Prats. “De ti no me esperaba eso”, respondió Filípides. Y hasta hoy.
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