En 1901, y tras haber jugado en un par de campos distintos, por fin se establecen en su estadio definitivo, Celtic Park, apodado como ‘The Paradise’ por sus hinchas (de nuevo, las conexiones con el Celtic FC se hacen inevitables). El campo, ubicado en Donegal Road en el corazón de West Belfast, llegó a tener una capacidad de 50.000 espectadores. Cuentan algunos ex-jugadores que cada partido se convertía en todo un acontecimiento en la zona, llenándose el campo hasta la bandera, lo que trajo un montón de vidilla y ambiente a Falls Road. En otras palabras, el club ayudó a salir de la marginación social a esa parte de la ciudad tan necesitada. El veterano cronista del club, Bill McKavanagh, dijo una vez “Cuando no teníamos nada, tuvimos al Belfast Celtic y entonces, tuvimos todo”.
Vista aérea de Celtic Park, hogar del Belfast Celtic FC desde 1901.Celtic Park era además un campo multiusos, ya que se organizaron otros eventos al margen de partidos de fútbol. Fue, por ejemplo, escenario de un acto de Winston Churchill en 1912 a favor del ‘Home Rule’ para Irlanda, ya que el campo era el único sitio lo suficientemente grande y seguro para organizar tal evento. A pesar de eso, un grupo de furiosos unionistas atacó el coche de Churchill en su camino del hotel al estadio. Una vez llegó, el acto discurrió sin incidentes.Ese mismo año, el club se convirtió en el primer conjunto irlandés en jugar en el extranjero haciendo una gira de seis partidos por Checoslovaquia, con un balance de cinco victorias y un empate. Esa misma temporada, ganaron la primera edición de la Gold Cup tras vencer por 2-0 al Glentoran.Pero las cosas en casa seguían al rojo vivo en 1912. Tras nuevos acuerdos en torno al Home rule entre Dublín y Londres, se funda como respuesta la Fuerza Voluntaria de Ulster (Ulster Volunteer Force o UVF) dentro del seno del unionismo, formada por 250.000 hombres con el fin de “derrotar la presente conspiración” ya que estaban seguros que el Home rule “sería desastroso para el bien material de Ulster y de toda Irlanda”, además de ser “peligrosa para la unidad del Imperio”. Detrás del UVF estaba el Consejo Unionista de Ulster (UUC). Ese año ya se empieza a hablar de una posible partición de Irlanda, en torno a los favorables y contrarios al autogobierno del Home rule. Esto provocó, a su vez, movimientos por el lado republicano. A mediados del s. XIX se había creado un amplio movimiento revolucionario llamado Los Fenianos que derivaría poco después en la Hermandad Republicana Irlandesa (Irish Republican Brotherhood o IRB) y que contaba también con facciones armadas. A estos movimientos, bajo diferentes nombres, se les achacó el asesinato del Secretario Jefe para Irlanda en 1882, así como la llamada “Campaña de la dinamita” que consistió en una serie de atentados con este explosivo en Inglaterra entre 1903 y 1905.La IRB, en respuesta a la creación del UVF, fundó otra facción armada, los Voluntarios Irlandeses. Para muchos, el gérmen del IRA.Por si esto fuera poco, en 1914 estalla la I Guerra Mundial, con lo que toda propuesta en torno al autogobierno irlandés quedó aparcada mientras el Reino Unido estuviera inmerso en la contienda. Evidentemente, esto afectó al fútbol también, aunque se pudiera jugar la temporada 1914-15, donde el club gana su segunda liga tras 15 años de sequía.Con el Reino Unido en la primera gran guerra, los republicanos irlandeses aprovecharon la coyuntura para alzarse en armas durante el Levantamiento de Pascua de 1916 en Dublín. Sublevación nuevamente sofocada por el ejército británico, lo cual no es de extrañar, teniendo en cuenta que contaban con un mayor y mejor armamento y, en número de efectivos, eran 20 veces más que los insurgentes. La revuelta tuvo consecuencias fatales para los católicos del norte que empezaron a sufrir nuevas discriminaciones del lado protestante, como discriminaciones en temas de empleo o una división arbitraria e injusta del sistema electoral, con el fin de asegurarse una mayoría protestante –y por lo tanto, unionista- en la toma de decisiones que afectaran al norte de la isla. *Estado tras la sublevación en el que quedó el edificio de Correos de Dublín, donde se inició el Levantamiento de Pascua de 1916.En esta convulsa época, nacen las primeras leyendas del club, como Mickey Hamill o el portero Elisha Scott. Hamill llegó a jugar en el club hasta en tres épocas distintas (1909-1910, 1914-1920 y 1926-1930). Entre esos períodos, jugó en los dos grandes equipos de Manchester (United y City), en el Celtic FC e incluso en clubes estadounidenses. Los que le vieron, dicen que fue el mejor jugador irlandés de la época, el George Best de los años 20. Scott, por su parte, también jugó en dos etapas distintas, primero como jugador (1916-1919) y luego como jugador-entrenador (1934-36). Entre esos dos períodos, también defendió la portería del Liverpool, convirtiéndose en uno de los primeros mitos del club de Merseyside. Y como curiosidad, comentar que también jugó con los colores del eterno enemigo, el Linfield FC, en dos etapas distintas. De hecho, la primera vez que llegó al club de Falls Road, lo hizo proveniente del Linfield.En 1936 colgó los guantes para centrarse exclusivamente en sus labores de entrenador del equipo, puesto que ocupó hasta 1949. Pero la nueva década de los 20, trae también nuevos disturbios sectarios a Belfast, donde muchas familias católicas son forzadas a abandonar sus hogares, lo cual acrecentó la segregación residencial de la ciudad. En 1921, tras nuevas sublevaciones del recién creado Ejército Republicano Irlandés (IRA) dirigido por Michael Collins y surgido de las cenizas de rebeliones anteriores de las que recogieron el testigo, se llega a la inevitable partición de la isla, creándose por un lado, el Estado Libre Irlandés, con capital en Dublín, que se extendía por el sur y noroeste y, por otro, la provincia de Irlanda del Norte al noreste, con capital en Belfast y compuesta por seis condados, perfectamente diseñados y recortados con escuadra y cartabón entre unionistas y Westminster para asegurarse una holgada mayoría protestante. No olvidemos las palabras del que se considera padre del nacimiento de Irlanda del Norte, el político unionista Edward Carson: “Hemos creado un estado protestante para los protestantes”. Todavía hoy en día sigue en pie una estatua de Carson a la entrada del parlamento norirlandés de Stormont, en Belfast. En este acuerdo, no se tuvo en cuenta al tercio restante de la población, que eran católicos y que quedaron “atrapados” en esta nueva provincia que pertenecía al Reino Unido a todos los efectos.La partición tuvo efectos inmediatos en el fútbol irlandés en general y en el Belfast Celtic en particular, ya que la tensión política en las calles se extendió a las gradas de los campos, lo que provocó la retirada forzosa del club de todas las competiciones entre 1920 y 1924, a pesar de haber ganado su tercera liga en 1920. Y dos años antes, inauguraba su palmarés en el torneo de copa.El retorno del equipo en 1924, ahora en un nuevo “país” ajeno a ellos, no pareció amedrentarles en absoluto, ya que ganaron cuatro ligas seguidas entre 1926 y 1929, incluido un triplete (liga, copa y Gold Cup) en la 1925-26, temporada en la que permanecieron invictos. En esa época dorada, sólo perdieron un partido en tres campañas.Los cambios políticos en Irlanda, también trajeron un curioso “cambio de cromos” en la plantilla del club: el que fuera portero entre 1910 y 1912, Oscar Traynor, cambió los guantes de portero por la cartera del ministerio de defensa de la República de Irlanda en 1939. Traynor, dublinés nacido en el seno de una familia fuertemente republicana, incluso tomó parte como voluntario en el Levantamiento de Pascua de 1916.