"La vida no es la misma, no es la misma sin fútbol"reza fervientemente la letra de Jauregui y, en cierta medida, tiene razón. Falta algo, serán la repetición de los goles millones de veces por día; los comentarios totalmente sin sentido de algunos periodistas; el endiosamiento a ciertos jugadores, equipos y técnicos que, con el tiempo, dejan de serlo; los argumentos de Horacio Pagani para defender un año más el fútbol que le gusta a la gente (mientras se ve al equipo campeón totalmente replegado esperando con ocho defensores) o el novedoso (?) show del fútbol conducido por Alejandro Fantino. Tal vez, una mezcla de todo. Lo cierto es que volvió el deporte más popular del país y, como es año de mundial, será la vedette de, por lo menos, la primera parte del año.
Con el buen tino que lo caracteriza, Victor Hugo Morales, comentó el calendario futbolístico hasta la finalización del mundial. Claramente, se refirió a que el torneo Clausura se verá perjudicado por dos cuestiones. En primer lugar, y precisamente por la Copa del Mundo, se jugarán fechas entre semanas (mañana arranca la segunda) con lo que recorta el tiempo de descanso y entrenamiento para los jugadores. Players que, en algunos casos, son tenidos en cuenta para pelear un lugar en Sudáfrica. En segundo lugar, seis equipos argentinos (si Colón y Newell's avanzan a la zona de grupos) participan de la Copa Libertadores, incrementando los minutos de juego, de viajes y disminuyendo el tiempo de práctica y relax.
La novedad de este torneo es, sin lugar a dudas, la no participación de los cincos grandes (?) en la competición internacional. Entonces, rápidamente, Boca, River, San Lorenzo, Racing e Independiente son los candidatos a ganar el título. Son los candidatos que el establishment y la prensa porteña quiere que sea porque, a decir verdad, el único que ganó bien y se impuso con claridad frente a su rival fue Racing, demostrando que las contrataciones fueron provechosas. River tiene lo mismo que hace varios campeonatos atrás: frescura de jóvenes apañada por la trayectoria de Ortega y Gallardo; Boca vive una crisis institucional importante; San Lorenzo a duras penas ganó en Tucumán e Independiente no pudo demostrar su mejor jerarquía en Rosario.
Como suele suceder en estos tiempos, todo es pronostico. Nadie sabe con exactitud lo que pasará y cómo jugarán y, a partir de ello, como se posicionarán los equipos para la parte final del campeonato.
Volvió el fútbol para todos, para todos los días. Los apasionados no tendrán descanso: que Libertadores, que campeonato, que descenso, que mundial. 2010 será transpirado y mucho.