Me puse en dos tardes con Sangre en la hierba, un breve acercamiento filosófico al fenómeno del fútbol que propone David Cerdá y que ha editado Funambulista. Tras un primer tercio interesante, el libro se anima a partir de ahí con un glosario muy bien construido sobre el fútbol. El resultado es un libro irregular pero al que merece la pena hincarle el diente. Bien conseguido, con una buena recopilación de citas y con temas de interés a los que nos gusta la cultura de fútbol: porqué el VAR no es bueno o, por ejemplo cómo las identidades futbolísticas sustituyen a las nacionales, (como bien ha visto el maestro Arcadi Espada en Cataluña con el Barça de las Champions). El fútbol, señala Cerdá en uno de sus mejores párrafos, nos recuerda que en la vida hay derrotas, frente a una sociedad sonrisología en la que todo es siempre bueno. El fútbol, además, nos permite empezar cada temporada, no como la vida, que arrastra año tras año nuestros fracasos.
Una buena reflexión sobre un deporte que nos enseña de niños el valor de equipo, no en vano es en la infancia donde se genera la mitología, señala el autor, y por eso “los niños acarician los cromos de sus héroes como si fueran estampas de santos”.
Interesante y regalable.